Hoy se cumplen dieciséis meses desde que la mañana del 9 de septiembre de 2016 el tren Celta que cubría el trayecto entre Vigo y Oporto se salía de la vía en Porriño. En poco menos de dos semanas se cumplirán 500 días. A pesar de ese amplio margen y de que el descarrilamiento se saldó con cuatro muertos y 48 heridos, el equipo encargado de esclarecer qué ocurrió aquel día, cuáles fueron las causas del siniestro y plantear recomendaciones para evitar que, en la medida de lo posible, pueda volver a suceder algo similar, no tiene aún fecha para finalizar su informe.

Desde la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), el órgano encargado de esa labor, explican que ya tienen sobre la mesa un borrador, pero quedan todavía detalles por cerrar. Los técnicos están inmersos ahora, en Madrid, en una simulación que permitirá obtener nuevos datos sobre lo ocurrido la mañana del 9 de septiembre de 2016 en Porriño. Los resultados de esa prueba -apunta la CIAF- se obtendrán dentro de un mes y medio o dos meses. A partir de ahí, la comisión espera tener listo el informe definitivo en el plazo de varios meses. Aunque no aportan fechas concretas, el organismo sí precisa que sus planes pasan por culminar el documento definitivo antes de este verano.

Los tiempos que apunta la CIAF contrastan con los que anuncia en su propia web. Allí, en su página oficial, explica que cada informe "se hará público en el plazo más breve posible y en todo caso en el plazo máximo de 12 meses desde la fecha del suceso". La normativa abre la puerta a que ese margen se pueda dilatar, pero siempre y cuando se den "circunstancias excepcionales". Hoy se cumplen justo cuatro meses del primer aniversario del accidente de Porriño.

En septiembre de 2017 la comisión publicó un texto provisional en el que aportaba algunas claves sobre sus pesquisas. Desde el organismo, que se presenta como un órgano colegiado con "plena independencia funcional" y adscrito a la Subsecretaría de Fomento, avanzan que los datos que se están obteniendo descartan un fallo en el tren, las vías o las señales y apuntan a un posible fallo del maquinista. En su web, la CIAF señala que mantiene abiertas cinco investigaciones de casos ocurridos en 2016.

Retrasos por la nieve

Las nevadas registradas en puntos de la geografía gallega han provocado retrasos en algunos trenes. Renfe informaba ayer que un Alvia entre Madrid y Pontevedra anotó una demora de 49 minutos debido a "gestiones de tráfico ferroviario" y el efecto de otro tren que vio entorpecida su marcha por la nieve. La climatología causó también que los pasajeros de un segundo Alvia, el que enlaza la capital del Estado con Ferrol, llegasen a Santiago con 84 minutos de retraso.

El domingo el Tren Hotel entre Barcelona y Vigo acumuló también un retraso de 45 minutos a raíz de las malas condiciones atmosféricas. Ayer por la tarde el mismo servicio -el Tren Hotel que enlaza Guixar con la Ciudad Condal- anotaba ayer un retraso de 61 minutos a su paso por Pancorbo al relevar a un empleado que se encontraba mal.