A las tres de la tarde de ayer, operarios de Audasa abrían los accesos a los nuevos carriles laterales del puente de Rande. Finalizaban así 30 meses de obras que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, calificó de "emblema y orgullo de la ingeniería" gallega y española, la actuación más importante desde su inauguración en 1981. Las "alas" que se extienden a lo largo de los 5,9 kilómetros de trazado entre los enlaces de O Morrazo y Teis y que han absorbido una inversión próxima a los 200 millones de euros, permiten ampliar el volumen de tráfico en más de un 40%, hasta 95.000 vehículos diarios, y "aumentar la vertebración territorial y económica" en torno a la mayor área metropolitana de Galicia, con Vigo como eje principal. Rajoy mostró su satisfacción por despedir el año ampliando "puentes que unen y no que separan", en clara alusión a la crisis de Cataluña.

En medio de una gran expectación mediática y precedido por decenas de representantes políticos y empresariales -entre ellos la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, o el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna-, Rajoy llegó a la estación de peaje de Rande pasadas las 11 y media de la mañana, posó para la foto junto al mojón conmemorativo y recogió el testigo de Feijóo en su discurso para desglosar las singulares características de la obra de Rande, "el primer puente atirantado del mundo que es ampliado" y con la particularidad de que no fue preciso cortarlo al tráfico, así como los éxitos económicos y turísticos de España. Muchos de esos turistas podrán aprovecharse de la ampliación de un puente "que se quedaba pequeño para acoger más de 60.000 vehículos al día", aunque ha alcanzado picos de más de 71.000.

El presidente del Gobierno recordó el inicio de los trámites de la ampliación, reconoció a su predecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministro José Blanco el diseño y el "modelo de financiación" -construcción privada a cambio de incrementos en los peajes adicionales al IPC-, y a sus sucesores en Fomento, Ana Pastor e Íñigo de la Serna, la licitación y ejecución del ambicioso proyecto del que se benefician muy especialmente Vigo, Moaña, Cangas, Bueu y Vilaboa. Según Rajoy, la fuerte inversión realizada en esta infraestructura se verá compensada por el "retorno social y económico".

Los nuevos carriles laterales fueron concebidos para canalizar el tráfico rodado entre O Morrazo y Vigo, aunque las reclamaciones sociales y de los representantes políticos de la comarca animaron a Fomento a permitir que cualquier vehículo, al margen su procedencia o destino, pueda trasladarse al tronco principal del puente y viceversa. La velocidad está limitada a 80 kilómetros por hora en todo el tramo, en cuyos carriles adicionales se estrena un nuevo sistema de iluminación en superficie que sustituye a las tradicionales farolas, según explicaron responsables técnicos de la empresa.

La demanda social de eliminar el peaje en el tramo de la AP-9 entre Vigo y Redondela tampoco pasó desapercibida para Rajoy, que anunció la próxima reunión de la comisión mixta Xunta-Ministerio de Fomento para "tratar sobre la bonificación del trayecto". El departamento que dirige Íñigo de la Serna ya asumió recientemente los costes de la bonificación del peaje en O Morrazo y A Barcala -siete millones de euros anuales, que permitirán a la Xunta ahorrarse 400 millones hasta finalizar la concesión-, y valoraría hacer lo mismo para Teis, según dieron a entender los representantes de ambas administraciones. "Se va a trabajar en ello", apostilló Rajoy, que desgranó otras inversiones proyectadas por el Gobierno central en Galicia.

Al acto protocolario no asistieron los alcaldes de Moaña, Cangas, Bueu y Vilaboa -Leticia Santos, Xosé Manuel Pazos, Félix Juncal y Luis Poceiro, respectivamente- porque sostienen que Fomento precipitó la inauguración sin que las obras en Rande estén rematadas y con el único objetivo de que Audasa, empresa concesionaria de la AP-9, pueda aplicar la subida del peaje, que califican de "tarifazo", a partir de mañana, día 1 de enero. El convenio para la explotación del servicio establece que la subida anual del 1%, adicional al IPC, a cambio de la ejecución de obras solo se puede aplicar si estas están completamente rematadas.

Las protestas por este motivo se hicieron sentir en las proximidades de Rande, donde decenas de personas portaron pancartas y profirieron consignas contra el proceder de Fomento, aunque un fuerte dispositivo policial desplegado en todo el área se encargó de mantener a los manifestantes alejados de los mandatarios políticos y de los focos de los medios de comunicación. Pancartas con distintas leyendas reivindicativas, como "AP-9 galega e sen peaxes", portada por miembros del BNG, entre ellos el regidor de Bueu o el diputado autonómico Luís Bará; "pobo que non loita ninguén o escoita" o "supresión da peaxe en Rande (A.Vv. Chapela)" fueron algunas muestras de ese descontento.