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Francisca Fariña: "Está claro, hay demasiados casos en los juzgados y muchos podrían resolverse de otro modo"

Pontevedra acogerá un congreso sobre la mediación y el conflicto en el que participarán más de 200 personas de la UE y Latinoamérica

Francisca Fariña, catedrática en Ciencias da Educación. // R. Vázquez

Más de 200 personas procedentes de distintas universidades, institutos legales, organizaciones e instituciones de fiscales y jueces de la Unión Europea y Latinoamérica se darán cita en el mes de julio de 2018 en el Congreso Internacional para el Estudio de la Mediación y el Conflicto. El simposio llega a su tercera edición y la presidenta del comité local de organización, Francisca Fariña, se reunió ayer con el alcalde para avanzar en el programa y las actividades complementarias.

- ¿Qué es la mediación?

-Es ese espacio que se crea para que las personas que tienen conflictos y controversias puedan hablar y arreglar de modo pacífico esos desencuentros, contando con el apoyo de profesionales de la mediación.

- Ha insistido en la presentación del congreso en que la mediación debería de ser fundamentalmente extrajudicial

-En Europa en general, la cultura reinante conlleva a que cuando la gente tiene conflictos acude directamente a poner una denuncia o a interponer una demanda en el juzgado, cuando realmente hay otros modos de resolver la situación, entre ellos la mediación. Desde Europa se está instando a los gobiernos a promover e incentivar el uso de la mediación por parte de la ciudadanía.

- ¿En España está muy implantada la mediación extrajudicial?

-Existe la mediación extrajudicial e intrajudicial, esta última se ha impulsado principalmente por el Estado, las Comunidades Autónomas, el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado, aunque todavía la implantación es mínima, pero superior a la que se lleva a cabo a nivel extrajudicial. Es por eso que debemos promover la cultura de paz y de la mediación para que la ciudadanía se conciencie de la importancia de acudir a estos servicios de mediación extrajudicial para resolver distintos tipos de conflictos (con la familia, con los vecinos, etc.). Pero para ello deben de crearse estos servicios de mediación, como ocurre en algunos ayuntamientos. Ojalá fuese así en todos ellos, lo que tenemos es que impulsar que se dediquen más recursos a esto, porque invirtiendo más en servicios de mediación ganamos en bienestar para las personas.

- ¿Por qué afirma que los desacuerdos que se judicializan crean mucho malestar?

-Porque el proceso judicial provoca mucha indefensión y estrés a las personas. Además, la mayoría, como mínimo la mitad, muestran claro descontento con la misma y enojo con el resultado. Decimos como mínimo la mitad, porque en la sentencia se suele dar la razón a una de las partes, pero a veces incluso esta no sale satisfecha con el resultado.

- ¿Recurrimos en exceso al conflicto?

-Lo que sí está claro es que hay demasiados casos en los juzgados y muchos podrían resolverse de otro modo, pero aun cuando ya se han judicializado los conflictos, la mediación extrajudicial da una oportunidad a esas personas. En la actualidad, se está trabajando esencialmente en la mediación penal y civil, principalmente en los temas de familia; y desde hace años, tal vez sea la pionera en este país, la mediación con menores infractores.

- ¿Cómo es el trabajo de un mediador?

-En un primer momento las personas llegan a la mediación muy enfadada, con un estado emocional y cognitivo que no les permite llegar a acuerdos por sí solas. A través de trabajo del mediador estos estados se van transformando, para que puedan hablar, para que puedan expresar lo que quieren, sienten, piensan y puedan negociar la resolución del conflicto. Muchas veces el problema que existe es más emocional que material o económico; sin embargo, lo que se demanda en el juzgado es una cuestión material. No se presenta una demanda en el juzgado que diga "estoy enfadada con mi hermano" o "estoy enfadado con mi vecino", lo que pone es una demanda económica, o de carácter material.

- ¿Los resultados de la mediación son más positivos, al menos si atendemos al bienestar emocional?

-Ahí ya no hay nada que comparar: la mediación no tiene un fin terapéutico, pero resulta terapéutica; el mediador no hace terapia pero que las personas asistan a la mediación conlleva que se sientan mejor, por eso se dice que tiene también repercusión terapéutica. Las personas después de hablar, de poder expresar lo que sienten y lo que quieren (porque a veces la gente está peleando y realmente no hay causa, solo malos entendidos) su estado emocional mejora, mientras que en un proceso judicial ocurre lo contrario. No pretenden tanto que se les dé la razón, como que se les escuche, se entienda porqué están enfadados o inmiscuidos en ese conflicto, y en definitiva porque están planteando esa demanda.

- ¿Cuáles son los casos más frecuentes en los servicios de mediación?

-En España en la mediación extrajudicial lo que más demanda tiene, y no suficiente, es la mediación familiar, cada vez hay más cultura de que antes de acudir al juzgado intentar llegar a un acuerdo, pero aún estamos en porcentajes bajísimos. También desde el ámbito educativo se está fomentando y promoviendo la mediación escolar, y esto es muy importante para crear la necesaria cultura de paz. También en algunas grandes ciudades la mediación comunitaria, para la que se crearon servicios municipales, tiene una importante implantación.

- ¿Cómo se forman los profesionales de la mediación?

-En estos momentos solo está regulado por la Ley de Mediación Civil y Mercantil, que establece un mínimo de 100 horas de formación, algo que no es suficiente; si me pregunta si existe formación reglada y máster, la respuesta es que sí, se ofertan en todo el Estado, muchos de ellos dependientes de universidades y otros de otras instituciones, lo que lleva a una gran diversidad en la formación. De esta manera, nos podemos encontrar con profesionales que se forman con cursos no presenciales, o con escasas horas de formación teórica y práctica; aunque también con profesionales que han recibido una formación rigurosa. La formación de las personas mediadoras es algo que preocupa enormemente a la Conferencia Universitaria para el Estudio de la Mediación y el Conflicto (CUEMYC), quien en estos momentos está colaborando con el Ministerio de Justicia en este tema. No se puede formar de cualquier manera a profesionales que tienen tanta responsabilidad en ayudar a las personas a lograr bienestar personal a través de la resolución de sus conflictos.

- ¿El mejor conflicto es el que resolvemos sin acudir al juzgado?

-Es el mejor modo para estar más satisfechos con el resultado, porque las personas en conflictos son las que mejor saben cuál es el problema real, lo que quieren, qué concesiones pueden hacer, y cómo resolver el conflicto.

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