Los vecinos de A Caeira y alrededores también rechazaron una nueva variante del proyecto de humanización planteado por el Concello de Poio para las calles Pernas Peña, Mato Calderón y Praza Riestra.

En una nueva reunión mantenida ayer en la Casa Rosada, la segunda en un mes, la mayoría del más de medio centenar de asistentes se mostró reacio al plan, que a grandes rasgos, mantenía el doble sentido hasta el cruce del Casino y cambiaba la dirección de la calle Río Lérez, que pasaría a ser de bajada en vez de subir.

El Concello de Poio, por medio del ingeniero municipal, el concejal de Urbanismo, Gregorio Agís, la reponsable de Obras, Chelo Besada, y el edil de Facenda, Xulio Barreiro, expuso básicamente un proyecto similar al anterior pero con modificaciones para "dar salida a todos los vecinos de A Caeira de abajo".

Tras analizar posibles cambios, los responsables del plan cedieron a las pretensiones vecinales que exigían mantener el doble sentido. Pero lo hicieron solo en el inicio de la subida desde la rotonda de A Barca y hasta el cruce con Río Ulla, en la entrada del Liceo Casino. En este tramo, ampliar el ancho de las aceras sí es compatible con mantener la amplitud del vial.

Asimismo, se incluyó en el plan un cambio de sentido en la calle Río Lérez para evitar que gran parte de los vecinos se tuvieran que desplazar obligatoriamente en coche a la rotonda de Andurique o al Bricoking para acceder a A Barca.

Sin embargo, estas medidas no contentaron a la mayor parte de los allí presentes, encasillados en mantener la doble circulación en toda A Caeira. "Del Casino hacia arriba seguimos igual. Nos estáis metiendo en una ratonera", destacaron varios vecinos.

Muchos de los allí presentes insistieron en que el problema de tráfico existente en la rotonda de A Barca "no es culpa de los vecinos de A Caeira". "¿Qué se arregla impidiéndonos bajar?", se preguntaban. "No hay atasco por los vecinos que allí vivimos, que somos pocos, sino por todo el tráfico que se junta entre la salida de la PO-308 y el nudo de Bomberos", explicaban.

Asimismo, varios asistentes opinaron que "no hay tanta presencia de viandantes como para tener que hacer aceras tan anchas" e incluso llegaron al punto de asegurar que muchos de ellos "no son deseables", en referencia a los toxicómanos que se dirigen a la zona de O Vao.

Por otro lado, los vecinos exigieron "cifras" de tráfico, debido a que en la anterior reunión no se habían facilitado: "¿Han traído cifras? ¿Hay datos? Hagan un estudio del tráfico y demuéstrennos que tienen razón. Queremos que nos convenzan".

En esa misma línea, muchos de los allí presentes expresaron que los problemas de tráfico radican más en la bajada de Ferreirós por la residencia Ballesol y reprocharon a los políticos que "no conocen de verdad los problemas de A Caeira porque por allí no se les ve". "Necesitamos el doble sentido", recalcaron.

Soluciones

Tras este volumen de críticas, los vecinos presentes propusieron soluciones como establecer solo una acera para mantener el vial con doble sentido o bien instalar badenes o semáforos para reducir la velocidad del tráfico y el peligro para los viandantes en la zona. También se pidió establecer una votación bien sea por correo o a través de un referéndum presencial para que sean los vecinos los que decidan: "Nosotros vivimos allí y debemos tener voto".

Ante estas críticas también hubo un par de vecinos que defendieron "dar prioridad al peatón" debido al riesgo que el viandante corre al transitar por esas calles.

Tras las exposiciones, mucho más ordenadas que en la primera reunión, Besada recalcó que "se presentó esta actualización del proyecto para solucionar una primera parte del plan inicial" y que, en ningún caso, "se ofrecen estas soluciones por fastidiar a nadie" .Por ello, el Concello estudiará más medidas e informará de ellas en un futuro ante la falta de consenso.