El número de nacimientos en el municipio de Pontevedra en el primer semestre del año fue casi un 24 por ciento más bajo que el de defunciones. Frente a 301 nuevos niños nacidos en el concello, se produjeron los fallecimientos de 395 personas. Esto deja un saldo de media de tres nacimientos por cada cuatro defunciones.
Según los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística, INE, el mes de enero fue el que más fallecimientos registró, con 90, seguido a cierta distancia por el de abril, con 70. El resto de meses del semestre se movieron entre los 46 y los 68 decesos.
Pese a estras cifras, Pontevedra es la capital de provincia con menor número de defunciones, ya que a la cabeza se sitúa A Coruña, con 1.351. El segundo lugar es para Ourense, con 633, y el tercero corresponde a Lugo, con 530.
La tendencia de caída de la natalidad es común a todas las capitales de provincia gallega, lo que demuestra el envejecimiento poblacional.
En el caso de Pontevedra, en el primer semestre del año, el que el INE ha publicado, fue en mayo cuando se produjeron más nacimientos, 61, mientras que en el de febrero se registró la menor cifra, 34. También en este caso, la capital de las Rías Baixas es la que registra el menor número de nacimientos, ya que frente a sus 301 entre enero y junio, tuvieron lugar 866 en A Coruña, 394 en Lugo y 344 en Ourense.
Descenso continuo
De mantenerse la tendencia, al finalizar el año Pontevedra lo hará con poco más de 600 nacimientos, lo que supondrá la continuidad en la caída de la natalidad registrada de la última década.
En base a los datos del Instituto Galego de Estatística, IGE, desde 2008 el número de nacimientos ha ido disminuyendo paulatinamente. El 2008 fue uno de los que más alumbramientos registró, con 907. También la cifra de 2009 fue interesante, con 885. Sin embargo, desde entonces, el descenso fue continuo. La última cifra anual facilitada es la de 2016, con 636 niños nacidos en el municipio de Pontevedra.
En cuanto a las defunciones, la tendencia en Pontevedra es la contraria, ya que han aumentado. Según los citados datos del IGE, en las dos últimas décadas las cifras se mueven en una media de 600 fallecidos anuales. Sin embargo, este número ya se ha acercado desde 2012, a los 700. Fue entonces cuando se registraron 698 defunciones. El año pasado se superaron por primera vez los 700, un número que no se había registrado nunca desde 1975, la fecha límite con la que trabaja el IGE, al menos en su archivo digital.
El último año completo aportado por la Xunta es 2016. En él tuvieron lugar 753 fallecimientos. Teniendo en cuenta los datos facilitados durante el primer semestre de este 2017, y de continuar la tendencia de aumento, es de esperar que este año el municipio se cierre con cerca de 800 defunciones.