Viven en pleno centro de la ciudad, pero sienten que su barrio se ha quedado atrás en el proyecto de humanización de Pontevedra. Son los vecinos de la zona de Las Palmeras, los que residen en las calles Pastor Díaz, Arquitecto de la Sota y Paseo Cervantes. Efectuaron una recogida de firmas para mostrar su malestar y solicitar mayor cuidado en esta manzana, la que se encuentra entre el histórico parque y la calle Rosalía de Castro. El cerca de un centenar de rúbricas conseguidas fue entregado este verano en el Concello, pero han decidido visibilizar más su protesta ante "una falta de respuesta al respecto". "Somos los gran olvidados en el centro de Pontevedra", se lamentan.

Aceras estrechas, pavimento de adoquines en mal estado, vehículos invadiendo buena parte de las zonas peatonales y escasa iluminación conforman las principales quejas de los vecinos.

"Al contrario de lo que ocurre en otras zonas de la ciudad, donde se ha ido eliminando el tránsito de coches, aquí cada vez tenemos más. La gente ya se ha acostumbrado a venir a buscar aparcamiento. Cuando no lo encuentran, no dudan en estacionar encima de las aceras", explican los vecinos.

"Ese es el principal problema con el que nos encontramos en el barrio. Por eso decidimos recoger las firmas, pero no tuvimos respuesta desde el Concello todavía. Y ya las presentamos en junio", asegura Pilar de la Sota, sobrina del popular arquitecto Alejandro de la Sota, el más importante de la España del siglo pasado, que será homenajeado en el Día das Artes Galegas 2018. "Sí, curiosamente así será, pero justo aquí, en la calle que lleva su nombre se ubica uno de los edificios diseñado por él y mira en qué entorno se encuentra, digno de un premio", dice apenada.

"Tenemos que destacar que las calles Pastor Díaz, Arquitecto de la Sota y Paseo de Cervantes son vías que canalizan el paso natural de las personas al parque de Las Palmeras y a los jardines de Vincenti. Son muchos los padres y abuelos que transitan con sus hijos o nietos hacia el parque infantil", aseguran los vecinos en el dossier entregado en el Concello junto con las firmas recogidas pidiendo la humanización de esta zona al igual que se ha hecho en el resto del centro de Pontevedra.

"Es una zona muy atractiva para los conductores, que todo el día ruedan alrededor del edificio de la Subdelegación de Defensa en busca de una plaza libre de aparcamiento", informan. Por ello, indican que, por tratarse de "una continuidad del parque de Las Palmeras", "debería darse prioridad al peatón y no a los vehículos, como en muchas otras calles de su entorno".

Algunos de los vecinos se muestran tajantes y piden que se peatonalicen por completo estas calles, permitiendo solo la circulación de los residentes o vehículos de carga y descarga. Sin embargo, finalmente decidieron suavizar el escrito presentado ante el Concello y solicitar "que se limite el aparcamiento o estacionamiento de vehículos en la zona, de modo que se ganen espacios para el uso y disfrute de las personas".

"No se explica cómo esto está así, es una zona preciosa y en pleno centro, pero está totalmente abandonada", opina Tahamara Reverter.

Tránsito con sillas

Además del exceso de tráfico, los vecinos se quejan de las aceras. "Siguen siendo las de hace cuarente años, estrechas y nada preparadas para el tránsito de sillas de ruedas ni de bebés", indican.

Esta situación se agrava en Arquitecto de la Sota, donde los coches deben aparcar en batería. "Buena parte de ellos invade las aceras", señala Tahamara Reverter.

Además, en el contorno de la Subdelegación de Defensa, son tan estrechas que la circulación debe hacerse de uno en uno.

La iluminación es otra de las cuestiones motivo de la indignación vecinal. "Muchas de las farolas no funcionan y caminar por aquí de noche se vuelve inseguro", subraya Pilar de la Sota.

En este sentido coincide con Luis Abal, de la Cafetería Blanco y Negro, una de las más antiguas de Pontevedra, que cuenta con una terraza, aunque no es la única en la zona.

También se quejan de la falta de limpieza y del mal uso de los contenedores de basura en general en todas las calles. No es extraño ver desperdicios alrededor de estos y charcos con orín humano a su alrededor. "Todo esto perjudica también a la hostelería de la zona", se lamenta Luis Abal.

"Solicitamos que se acondicionen estas calles de modo que resulten accesibles, renovando su pavimento y su iluminación y dotándolas de mobiliario urbano adecuado", concluyen en su escrito los vecinos, que esperan que sus voces lleguen hasta las instancias adecuadas "para dar al barrio el trato que se merece en base a su céntrica situación".