La Xunta de Galicia ha asegurado que las obras para realizar una captación de agua desde el río Verdugo hasta la red de abastecimiento de Vigo y su área no afectarán al suministro del municipio de Ponte Caldelas, pero su alcalde, el socialista Andrés Díaz, ha reiterado que esa actuación es una "salvajada ambiental" y que la administración gallega la está tramitando de forma "hostil".

El regidor y el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, han mantenido ayer un encuentro en Santiago, en el que Rodríguez ha trasladado a Andrés Díaz los pormenores de la obra, que la Xunta ejecutará a lo largo de los próximos meses por la vía de emergencia. Así, ha garantizado que el suministro no se verá afectado, porque la nueva captación se situará "aguas abajo de la toma de Ponte Caldelas".

Con respecto a la tramitación administrativa, el responsable de Augas de Galicia ha asegurado que la obra cumplirá la legislación, al tiempo que ha ofrecido la colaboración del personal técnico de la entidad para "atender cualquier aspecto o duda" que pueda tener este ayuntamiento.

Finalmente, Roberto Rodríguez ha incidido en que esta obra fue acordada con el Ayuntamiento de Vigo y con los representantes de los municipios que acudieron a las reuniones de los días 24 y 27 de noviembre, y ha señalado que su ejecución no responde solo a una situación puntual, sino que pretende "ofrecer soluciones a más largo plazo".

"Escandalizado"

Por su parte, el alcalde de Ponte Caldelas, afirmó que salió de la reunión "escandalizado" porque, según denunció, la Xunta ha admitido que ya se ha aprobó la declaración de emergencia (que el Consello de la Xunta deberá convalidar en un plazo de dos meses), que no se hará estudio ambiental y que no se pedirá licencia al Ayuntamiento.

Andrés Díaz ha criticado la "tramitación hostil" que la administración autonómica está llevando a cabo, "forzando la ley hasta el extremo" para "pasar por encima del Ayuntamiento y de los vecinos".

Según ha señalado, la declaración de emergencia es el paso previo para la aprobación de la incidencia supramunicipal de la obra, la "adjudicación a dedo" de los trabajos, y la urgente ocupación de terrenos privados y municipales, sin exposición previa, levantamiento de actas y otros trámites.

"Gamberrada administrativa"

Además, ha repetido que ese trasvase es una "salvajada ambiental", que se suma a la "gamberrada administrativa" de la Xunta, y ha puesto en duda las garantías dadas por Augas de Galicia, sobre la ausencia de perjuicios en el cauce, los barrancos y otros elementos naturales de interés paisajístico y turístico.

Por ello, ha confirmado Andrés Díaz, el gobierno tripartito de Ponte Caldelas mantendrá su calendario de movilizaciones y "dará la batalla" en los juzgados contra esta actuación.

Mientras tanto, el BNG también anunció ayer que prepara una batería de medidas en el Parlamento gallego que solicita un mayor análisis de este trasvase antes de ejecutar la obra. Los nacionalistas, en una pregunta al gobierno gallego, exponen los motivos por los que creen que la actuación tendría un "fuerte impacto en un área protegida de la Red Natura", y influiría negativamente en los bancos marisqueros del fondo de la ría de Vigo, además de cuestionar la urgencia de una obra que no va a estar finalizada hasta que pasen tres o cuatro meses por lo que insisten en que no es "aconsejable actuar con prisas y precipitación" y piden "un estudio serio y riguroso" de los impactos del trasvase.