"Todos los lunes son conflictivos, pero lo que vivimos hoy (por ayer) aquí no tiene nada que ver con un inicio de semana habitual". De esta manera se manifestaba un trabajador del Hospital Montecelo sobre la situación vivida en el servicio de Urgencias, que sufrió uno de los primeros colapsos del otoño con decenas de pacientes aguardando, muchos de ellos en camillas por los pasillos, incluso ante los mostradores de atención. La escena, la misma que la de los últimos años en el centro sanitario, se volvía repetir cuando todavía no se ha decretado oficialmente el pico de la gripe de la temporada invernal.

Los trabajadores achacan la situación a las carencias y desatención en la Atención Primaria. "La gente termina por venir aquí porque no les dan cita para sus médicos hasta varios días, como se encuentran mal vienen porque saben que aquí les van a atender", destacan.

Informan que muchos de ellos son personas mayores, con diferentes patologías, "no solo cuadros gripales". A los que sí manifiestan complicaciones de este tipo se les suministran las mascarillas para evitar el contagio de otros pacientes durante los tiempos de espera, que rara vez bajan de las dos horas, en función de la calificación en el triaje.

El nivel de trabajo fue tan elevado ayer que la gerencia del Complexo Hospitalario procedió a aplicar el plan de contingencia ampliando el número de profesionales con un médico, de modo que ayer por la mañana trabajaron en el turno cinco, frente a los cuatro habituales. Sin embargo, los trabajadores lamentaron que no se aumentase el número de enfermeras y auxiliares, por lo que, contando todas las categorías, eran once personas las que tenían que atender a todos los pacientes. "Al cierre del turno de ayer a mediodía había unas 50 personas esperando, 40 que ya habían pasado por el triaje y otras 10 que todavía no. Tienen que reforzar el servicio, porque si no el trabajo no se hace bien y todos estamos más cabreados, los pacientes los primeros", señalan los trabajadores de la sanidad pública.

En este sentido, recalcan la importancia de que los ingresos se produzcan de la forma más rápida posible. "Nos quedamos sin camillas", reconocen los trabajadores. De hecho, ayer a las puertas de Urgencias se agolpaban las ambulancias que traían enfermos más graves.