Las estadísticas del Ministerio de Defensa confirman que en los últimos años los participantes en las juras de bandera por parte de civiles se están incrementando en gran medida. Así, según los últimos datos difundidos por el Ministerio, mientras que en 2010, primer año que empezaron a contabilizarse, un total de 1.733 personas prestaron juramento, el pasado año lo hicieron ya un total de 14.735 civiles. En 2015, por ejemplo, la cifra era también mucho menor, de 8.715 personas. Aunque oficialmente nadie atribuye este aumento a las tensiones territoriales surgidas a raíz del "porches" catalán, en privado muchos son los que atribuyen a este incremento del fervor patriótico a la actual situación en Cataluña.

Ayer en la Brilat el general Romero Losada echó balones fuera cuando se le preguntó por las posibles causas de este aumento del número de jurandos. En el acto de ayer fueron un total de 123 personas las que besaron la enseña nacional, el doble que en la jura de bandera para civiles organizada también por la Brilat el pasado año en el centro de la ciudad de Pontevedra con motivo de su aniversario. El mando de la Brigada Galicia se limitó a señalar que le parece "muy positivo" este tipo de gestos simbólico por parte de la sociedad civil que "dice mucho de la cultura de Defensa" que tienen los ciudadanos. "La responsabilidad de la defensa de nuestra patria es de todos y cada uno desde sus puestos de trabajo, a España no solo se la defiende con las armas, sino trabajando con seriedad y poniendo todo lo mejor que tenemos cada uno desde nuestros puestos", añadió. "Esta es una forma de expresar" ese compromiso, dijo "y es muy bonito".

Dos de los jurandos que accedieron a hablar con la prensa también rechazaron que hubieran acudido a modo de respuestas ante el desafío soberanista. En uno de los casos, como el de Belarmino Graña, explicó que el motivo de renovar su compromiso con la bandera se remonta a hace medio siglo, cuando cumplió servicio militar en la base General Morillo. "Eché aquí 15 meses y se me quedó en el cuerpo el no haberme quedado". Nacido en Armenteira, ahora reside en Cotobade y sigue trabajando como cantero. "Para mí la bandera..., es mi vida", explicó, asegurando que estaba "muy contento de haber podido venir aquí, con mi familia" y comprobar que "el Ejército está vivo y es a mí me da la vida". Aunque afirma que la crisis catalana no fue la razón que lo impulsó a jurar bandera sí que considera que lo que está ocurriendo a raíz del proceso soberanista "es una vergüenza" y lamenta que "eso no se va a arreglar fácilmente dado que llevan tiempo metiéndolo ya en los colegios".

Por la "unidad de España"

Otra de las personas que juraban bandera ayer era la cambadesa Ami Pedrosa. Rechazó también que estuviera ayer en la base de la Brilat como reacción a lo ocurrido en Cataluña. "Para mí es un enorme orgullo y satisfacción como ciudadana española estar hoy aquí", explicó que para ella es importante demostrar "en estos momentos" su "unidad con el Ejército" y con la "unidad de España, que es con lo que realmente nos sentimos identificados". Asegura que fue la "pasión" la que la movió a alistarse en la jura de bandera que organizaba la Brilat y sostuvo que "yo me siendo española y creo que hoy es un día muy bueno para expresarlo", renovando su compromiso con la bandera.

Antiguos miembros de la Legión y de otras unidades militares, políticos como la concejala del PP en Pontevedra María José Rodríguez Teso; o el presidente de Protección Civil en la capital, Hermenegildo Rodríguez Novoa, se encontraban entre la larga lista de jurandos de todas las edades y condición que ayer juraron guardar la Constitución y, si fuera preciso, entregar sus vidas por España.