La renovada Travesía de Jaime Janer apareció ayer sin la mayor parte de los bolardos que separan el tránsito peatonal del rodado. Todo apunta a que fueron arrancados por personas desconocidas. El suceso se produce poco después de la conclusión de las obras, no exentas de polémica por el retraso de los trabajos, denunciados por Marea y vecinos y admitido por el Concello.

Los trabajos comenzaron oficialmente en verano con un presupuesto de 150.000 euros para la renovación de aceras, ampliación de las redes de abastecimiento y saneamiento y la instalación y acondicionamiento de mobiliario urbano. Pasados los meses, las obras se atascaron y no se dieron por terminadas hasta hace unos días, según el Concello porque la adjudicataria no cumplió ni el plan de trabajo ni los plazos. Admitía hace unos días que "la labor se ralentizó por tener que corregir algunos aspectos de la obra, por falta de ritmo en los trabajos y por no aplicar a la misma el personal necesario".

Ahora tendrán que regresar los operarios para reponer, en su caso, los bolardos sustraídos y que formaban parte de una actuación que dejó la calle con plataforma única, todo el mismo nivel, pero con aceras pavimentadas en piedra y una calzada central para la circulación de vehículos separada por los pivotes desaparecidos.