El sector de la hostelería se prepara para disponer desde el próximo año de una nueva ordenanza municipal que reordene el extenso censo de terrazas que los bares y cafeterías montan a diario en las calles de la ciudad. Se trata de una nueva normativa que reemplace a la elaborada hace dos décadas, en 1997, pero que no se ha actualizado en absoluto en estos veinte años pese a la notable evolución que ha registrado el fenómeno del "terraceo" en ese mismo periodo, de la mano de la peatonalización urbana.

Un simple dato pone de manifiesto el cambio que esta actividad ha supuesto para la ciudad. En 1999, año que se puede considerar como el del inicio de las zonas peatonales -aunque hubo algunos planes ejecutados en el mandato anterior- el censo oficial de bares con terrazas autorizadas era de 68. Veinte años después esa cifra se ha multiplicado por cinco. El padrón de 2017 detalla un total de 297 locales con este permiso.

Horarios, materiales, ocupación de espacios y otros detalles constituyen la clave de las nuevas normas, así como la implantación de un marco sancionador para los incumplidores en una actividad que ya no está solo limitada al verano. Ahora ya hay terrazas todo el año, muchas de ellas protegidas con lonas y plásticos que el Concello quiere erradicar.

Así, una de las previsiones de la nueva ordenanza es prohibir esos cierres de veladores mediante plásticos en toda la ciudad y muy especialmente en el centro histórico, tanto por la estética de la zona monumental como porque "pueden constituir un uso privativo del espacio público". Su instalación será considerada una infracción grave en la nueva ordenanza, que contempla multas de entre 300 y 3.000 euros.

En enero

Aunque desde hace meses se mantienen contactos con el sector -y otros colectivos directa o indirectamente afectados- para tratar de llegar a un texto consensuado, esta nueva normativa todavía debe pasar la criba del debate político y su exposición al público para posibles alegaciones, con lo que la redacción final se cerrará no antes del pleno de enero próximo. Precisamente fue el PP el que en su día instó al gobierno local a actualizar esta normativa, obsoleta desde hace tiempo.

Son oficialmente 297 los establecimientos dados de alta en este capítulo, que montan en las calles un total de 1.963 veladores, es decir, un conjunto de una mesa y cuatro sillas. Este año se marca de nuevo un récord en ese padrón. Hace veinte años, cuando se aprobó la ordenanza que ahora hay que actualizar eran apenas 48 terrazas ya que entonces apenas había espacios peatonales y, en su mayor parte los veladores eran estacionales, no permanentes como en la actualidad. A partir de ahí, sobre todo desde 2000, comenzó a crecer el censo de forma imparable y en 2012 se produjo el gran "boom" de este fenómeno debido a la entrada en vigor de la ley antitabaco que prohibe fumar dentro del local pero sí lo permite en sus terrazas. Además de crecer el número, se incrementó el modelo de cubiertas, con estufas y mantas añadidas y nuevos elementos que convirtieron estos espacios en recintos casi permanentes y una "extensión" del local. Poner coto a este fenómeno es una de las intenciones de la nueva ordenanza.

Materiales y accesibilidad

El Concello incluirá en la modificación de la ordenanza información sobre materiales de los veladores, estética y accesibilidad, detallando como deben de ser las medidas de las mesas, las separaciones entre ellas y otros aspectos. Tampoco se pueden incluir anclajes al suelo ni colocarse elementos verticales que las separen de otros veladores, temas cuyo control se intensificará y vigilará "escrupulosamente".

En 2012 había unos 240 bares autorizados, con 1.650 veladores, unas cifras totalmente superadas apenas cinco años después, con 297 bares y 1.963 conjuntos de una mesa y cuatro sillas. Este crecimiento en el número se ha visto acompañado de una subida de la recaudación municipal por la ocupación de la vía pública durante todo el año. La tasa se pone al cobro en pleno verano, de junio a agosto, cuando se supone que aumentan las instalaciones, si bien desde hace tiempo ya son terrazas permanentes todos los meses y especialmente este año, con una climatología que ha favorecido su uso constante.

La recaudación total de este ejercicio es 205.720,67 euros, cinco mil más que hace doce meses. Aunque hay diversas categorías y rangos de abono, la inmensa mayoría de los veladores están integrada en el nivel 1, que incluye todo el casco viejo, las áreas peatonales y buena parte del centro urbano.

En la categoría dos solo hay 72 de las 1.963 mesas autorizadas, si bien el Concello sospecha que el número que realmente se monta cada día es mayor, con mesas "añadidas" en los bares con licencia y con algunos que carecen incluso de ese permiso municipal. Por ello, se realizan periódicamente inspecciones.

La media de cada velador (una mesa y cuatro sillas) es de unos 105 euros todo el año, una cantidad que sin duda amortizan los hosteleros en poco tiempo, especialmente en verano.