Cuenta la tradición que el 10 de diciembre de 1925 sor Lucía, la vidente de Fátima, recibió de nuevo la visita de la Virgen, que en este caso acudió a su celda para pedirle que extendiese la devoción y el rezo a María. La madre de Jesús prometió asistir a todos los que recen "los cinco primeros sábados de mes", ayudándolos a "la hora de su muerte", con todas las gracias para que descansen en el paraíso.

Esta aparición se rememora cada 10 de diciembre con distintos actos litúrgicos. En este 2017 arrancarán a mediodía con el rosario meditado y a las 12,45 se iniciará la exposición del Santísimo.

A las 18 horas arrancará la eucaristía con homilía en el llamado santuario de las apariciones, que dará paso una hora más tarde a la primera de las procesiones de la jornada.

Se trata del desfile religioso con antorchas, que incluirá el rezo del Rosario por las calles hasta desembocar en la basílica de Santa María, donde a las 20 horas dará comienzo una eucaristía.

Todos estos actos incidirán en el mismo mensaje: 'Mira, hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tu, al menos, procura consolarme y di que todos aquellos que durante cinco meses, en el primer sábado se confiesen, reciban la santa Comunión, recen la tercera parte del Rosario y me hagan quince minutos de compañía, meditando en los quince misterios del Rosario con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas.'

Finalizada la misa central de la jornada en honor a la Virgen de Fátima, alrededor de las 20,45 horas, saldrá la procesión con la imagen de la santa, que discurrirá desde la basílica hasta el santuario de las apariciones, donde tendrán lugar distintas oraciones de despedida.

Los milagros vinculados a la vidente de Fátima continuarían poco después, el 15 de febrero de 1926, en este caso con una aparición del Niño Jesús.