Los 19 reconocimientos entregados ayer en el acto en la subdelegación del Gobierno premian la actuación de los agentes de las Fuerzas de Seguridad o ciudadanos más allá de sus funciones. El guardia civil destinado en Moaña Francisco Javier Cancelas Costa fue uno de ellos. Se reconoce su actuación como mediador para solucionar un problema de "bullying" a una menor de 7 años en un centro escolar, para lo cual realizó las diferentes gestiones con los organismos públicos implicados.

Cancelas reconoce que se trató de un caso difícil, ya que la familia no contó con el apoyo del centro escolar en el problema, que comenzó cuando la menor tenía 5 años. "La madre llegó a nosotros con mucha desesperación. Hablamos directamente con la Fiscalía de Menores, que intervino obligando al colegio a que tomase medida. El primer paso fue el cambio de la niña de colegio, tenía ya 9 años", explica. "Después de un año y medio la madre nos dice que su hija comienza a sonreír, satisfacción total para todos los que intervinimos en el problema. Son procesos muy lentos. El plan director nos ha servido para ponernos al día tanto a administraciones como a fuerzas y cuerpos de seguridad en cuanto a preparación".

Por su parte, el policía nacional Felipe Cayo García, destinado en Pontevedra, intervino en un atropello el pasado verano a un anciano en las inmediaciones del Puente de A Barca, al que salvó la vida. "Sangraba por el oído izquierdo y no ventilaba, era cuestión de minutos. Gracias a la ayuda de una ciudadana anónima que pasaba por allí, enfermera, decidí ponerle una cánula de Guedel. Afortunadamente yo tenía una y era de su talla. Empezó a ventilar y lo pudimos aguantar hasta que llegó el 061", resume.