Los grupos de la oposición municipal han recibido ya el último borrador de los presupuestos municipales de 2018, que se debatirán, para su aprobación, en el pleno municipal del viernes 15 de diciembre. El edil de Economía, Raimundo González, avanzó ayer que las cuentas ascenderán finalmente a 75.180.000 euros, lo que supone un incremento de un 3,15 por ciento respecto al actual de 2017.

Con la última revisión se han introducido modificaciones en el capítulo de Personal, con un incremento de 70.000 euros, incorporando dos asistencias técnicas propuestas por el grupo socialista, para la revisión de los sistemas de calmado del tráfico y para un estudio de las márgenes del Lérez.

Además el presupuesto varía en el capítulo de inversiones, donde se incrementa 1,5 millones de euros respecto al anterior. Se introduce las aportaciones destinadas al ARI de Estribela y del Centro Histórico, así como una aportación de más de un millón de euros para un nuevo camión de bomberos.

También se introduce una aportación de 100.000 euros para el plan de reforma de Mollabao y otra de 120.000 euros para el plan de composteros.

Es un presupuesto "altamente inversor y con un alto contenido social", aseguró el concejal de Economía e Facenda, que beneficia a las parroquias del rural. Así, Raimundo González Carballo indicó que la inversión será 2,5 veces superior en los habitantes del rural respecto al del centro urbano. En concreto, el presupuesto representa 115 euros de inversión por habitante de la ciudad frente a 260 euros por vecino del rural.

Este documento se somete hoy a la aprobación de la comisión de Cuentas. Los grupos de la oposición tienen hasta el próximo lunes para presentar enmiendas al mismo, antes de ser sometido a la votación del pleno el próximo día 15.

En todo caso, nunca lo ha tenido tan fácil el BNG como este año para aprobar el presupuesto municipal, y más después de las dos convulsas votaciones de los dos pasados ejercicios. Si hace unos días Marea Pontevedra garantizaba que el documento económico saldrá adelante al garantizar, como mínimo, una abstención, al incorporarse buena parte de sus demandas, posteriormente se selló un acuerdo parecido con el PSOE. Los tres concejales socialistas también se abstendrán en el pleno donde se debatirá el presupuesto, lo que permite al gobierno local apuntalar un presupuesto en el que habrá al menos doce votos a favor (los del BNG) y el menor número de votos en contra de esta mandato: apenas los ocho que suman el PP y C's.