Hace dos años, la fiscal coordinadora del área de Menores, Encarnación Bullón, ya alertaba del notable y preocupante incremento de la violencia intrafamiliar protagonizada por niños y adolescentes que no alcanzaron la mayoría de edad. Bullón confirma que la situación se mantiene en una misma línea, aunque a nivel de Galicia el número de casos de violencia doméstica ha descendido ligeramente.

En Pontevedra, el número de delitos de violencia familiar cometidos por menores alcanzó el pasado año los 96 casos, siendo el segundo delito cometido con mayor frecuencia por los adolescentes, únicamente superado por los delitos contra el patrimonio. Desde la Fiscalía se insiste en diversos factores para explicar esta problemática, desde una sociedad más permisiva" a "padres que se han excedido en la democratización" de las relaciones intrafamiliares "y no imponen límites ni normas a los niños"; a cuestiones relacionadas con trastornos de comportamiento o problemas de consumo de alcohol y drogas. Normalmente las víctimas de estos menores violentos son sus ascendientes, padres o abuelos, y en muchas ocasiones se repiten patrones machistas hacia la mujer, aunque Bullón señala que también hay casos de agresiones hacia los ascendientes varones.