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José Luis Fernández Sastre: "Vivimos en una sociedad que te hace ser hiperactivo y estar a todo y a nada"

El especialista participó ayer en Pontevedra en unas jornadas sobre el TDAH

"El déficit de atención no es algo grave ni alarmante". Lo asegura el jefe de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro, que ayer participó en una jornada sobre el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, TDAH, organizada por Tecnidae en Pontevedra.

-¿Qué tipo de visión se da sobre el TDAH en unas jornadas especializadas como estas? ¿Sigue siendo un gran desconocido?

-No. Quizá es demasiado conocido. Es un cuadro clínico con mucha presencia mediática en pro y en contra. Esta jornada se encuadra en la campaña de sensibilización europea para el TDAH, que tuvo lugar en octubre. Por ello se debaten lo que todo los padres y usuarios se preguntan a veces: qué tratamientos naturales hay, si son útiles o no y si son mejores los tratamientos farmacológicos o los no farmacológicos, así como cuáles utilizar en cada momento.

-Es decir, que no todo consiste en medicar...

-La medicación siempre debe dejarse para el último escalón, en líneas generales, a no ser en cuadros muy graves o con mucha repercusión. Hay terapias, sobre todo, psicológicas, que están muy estandarizadas y estudiadas y con mucha validez. Después están los tratamientos naturales.

-¿Cuáles son?

-Los más conocidos son los ácidos grasos, los preparados de Omega 3 y Omega 6, que están muy preconizados y se utilizan mucho. El grado de evidencia científica es limitado a día de hoy, aunque todos los utilizamos, sobre todo cuando la gente es reacia a tomar psicofármacos o no los quiere. Es una alternativa que está ahí, pero solo sabemos que tienen una probable eficacia y siempre a medio y largo plazo.

-Como profesional, ¿qué opinión le merece esa corriente tan extendida que niega el TDAH?

-Es algo que hemos debatido muchas veces. Hay un principio en Psicología que dice que cuanto menos experto se es y se conoce un tema, más se habla y con más seguridad de él. La mayoría de la gente que propugna que no existe no ha trabajado clínicamente y en el día a día con el TDAH. Son teóricos.

-¿Qué incidencia tiene el TDAH en la población?

-Tiene una prevalencia de una media de un 4 o 5 por ciento. Es una prevalencia que a veces viene condicionada por cómo funciona el sistema educativo. Hay sistemas educativos más permeables a los síntomas del TDAH y tienen otros síntomas que los acogen mejor. Eso a veces incide en los tratamientos desde la perspectiva de la salud mental. No hay un buen tratamiento del TDAH desde Psiquiatría o Psicología si eso no va complementado con un buen aporte psicopedagógico.

-¿Cuáles son los síntomas que deben alertar a los padres de un niño con este trastorno?

-Fundamentalmente, la dificultad en los estudios, el fracaso escolar cuando uno se da cuenta de que es gente válida que no rinde como debiera. Esto suele ser un indicador.

-¿Y cuáles pueden ser las consecuencias de no seguir un tratamiento?

-El fracaso académico, laboral, de las relaciones de pareja, accidentes de tráfico, mayor riesgo de adicciones... Todas son complicaciones claras y ya muy estudiadas del TDAH.

-Y el estrés no ayudará mucho...

-Claro, no ayuda porque vivimos en una sociedad que prácticamente te hace ser hiperactivo en el sentido de que te obliga a estar a muchas cosas y a veces a ninguna. Tenemos mucha información pero muy poca capacidad de cribar y de criticar.

-¿Qué avances se han dado en el campo de la investigación?

-Hay estudios que hablan de pequeñas disfunciones a nivel cerebral. No se refieren a lesiones, sino a su funcionamiento y a la dificultad de coordinar determinadas funciones cerebrales que generan al individuo el autocontrol.

-¿Cuál sería el mensaje a una familia con un hijo con TDAH recién diagnosticado?

-Que el déficit de atención no es algo grave ni alarmante. El cerebro de un TDAH es el de los antiguos cazadores. Es como si a un cazador, impaciente, dispuesto a saltar a por una presa, lo pones a vivir con agricultores, que tienen paciencia, calma y están pendientes de la climatología y las semillas. Probablemente, la forma de sobrevivir es tener algo de ambos.

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