Convocados por la concejalía de Medio Ambiente de Vilaboa, que dirige Francisco Costa, un numeroso grupo de vecinos procedente de este mismo concello, así como de los de Pontevedra y Vilaboa participaron ayer en una jornada de voluntariado con un doble objetivo tanto ambiental como reivindicativo. Los trabajos que llevaron a cabo consistieron en el adecentamiento y plantación de especies autóctonas de los seis kilómetros de senda peatonal que discurre entre el paseo de las Salinas de Ulló y Pontesa, así como el paseo entre Arcade y Pontesampaio.

Cabe recordar que colectivos como la asociación Salinas de Ulló reclaman la intervención de la administración central para convertir en senda peatonal un tramo de apenas un kilómetro que discurre en paralelo a la fábrica de Pontesa y que permitía enlazar estos dos paseos, el de las salinas de Ulló con el que une Arcade y Pontesampaio, creando así un único sendero de seis kilómetros de longitud.

Así vecinos llegados desde Arcade, Pontesampaio, Santa Cristina, Paredes y otras zonas próximas, participaron en la retirada de desperdicios y maleza a lo largo de estas tres sendas, incluido también este kilómetro en que se pretende que el Gobierno central habilite un tramo peatonal en la Nacional 550 a la altura de Pontesa.

Asimismo, los voluntarios también participaron en la plantación de carballos y en la extensión de un camión de compost en varias zonas de esta sendas dentro del plan de actuación pactado entre el Concello de Vilaboa y los colectivos implicados en la recuperación de todo este paraje de las Salinas de Ulló.

Cabe recordar que a principios de este mismo mes, doce colectivos se reunieron con la subdelegada del Gobierno de Pontevedra para presentarle esta propuesta de senda verde de un kilómetro en la N-550 que evitaría a peatones y ciclistas tener que circular por el arcén a escasa distancia de peatones y ciclistas, además que servir de conexión con los otros dos viales peatonales que ya están actualmente ejecutados.