Al menos en dos ocasiones, técnicos de Sanidade acudieron en el último año a Monte Porreiro para inspeccionar el funcionamiento de los composteros que funcionan desde el verano de 2016, cedidos por la Diputación. Una primera inspección se realizó a finales del pasado año y la otra, recientemente, a raíz de una denuncia vecinal "después de que Jacobo Moreira acudiera al barrio a decir que los composteros eran ilegales", según explicó ayer el concejal César Mosquera.

Esas inspecciones, aparentemente, no encontraron anomalía alguna, por lo que ahora el PP vuelve a la carga contra esas instalaciones insinuando que "no cumplen la ley".

Jacobo Moreira denunció ayer que "no consta" que se hayan instalado con autorización de la Consellería de Medio Ambiente en materia de gestión de residuos. Mosquera replicaba minutos después acusando de nuevo al PP de "calentar la cabeza a los vecinos con infundios" ya que, según su versión, la necesidad de disponer de un certificado de gestor de residuos "solo es obligatoria" para instalaciones en las que se traten al menos cincuenta toneladas de basura al día". Según sus datos, en los nueve centros que funcionan en Pontevedra apenas se tratan 25 toneladas al mes.