Después de meses de lucha vecinal y municipal, el Concello de Barro y los vecinos de Curro han ganado una primera batalla para modificar el trazado final de la futura autovía A-57 a su paso por ese municipio, en concreto en la conexión con el macronudo de Curro. El Ministerio de Fomento ha reconocido oficialmente, en el Congreso de los Diputados, que el proyecto elegido en su día, que incluía "falsos túneles" bajo Curro para que la A-57 desembocase en la AP-9, no contaba con apoyo vecinal e institucional alguno, por lo que ahora se muestra favorable a un cambio de trazado y optar por otro "con mayos aceptación social y territorial" y que defendían, entre otros, el Concello de Barro, la Xunta y la Diputación.

El alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, logra así culminar con cierto éxito una batalla que intensificó hace dos años al llegar al cargo, pero que ya mantenía desde la oposición municipal contra el recorrido final del tramo Pilarteiros-Curro.

Sin embargo, tanto Barro como Fomento se encuentran ahora con un problema que dificulta -o al menos podría retrasar notablemente la tramitación- el cambio de proyecto. El verano pasado se aprobó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para el recorrido original, que conecta con la PO-531 en Curro y desde ahí con la autopista, la denominada alternativa "CO-3 con mejoras".

En aquel momento, el Concello, la Xunta y la Diputación señalaron que sería más adecuada otra de las opciones estudiadas, la "C-5" que establecía el kilómetro final de la A-57 en paralelo a la AP-9 hasta la estación de peaje de Curro. Pero esta última propuesta quedó excluida de la DIA, lo que obliga al ministerio a buscar una solución.

En una respuesta en el Congreso al diputado del PSOE Guillermo Meijón, el Gobierno central subraya que "durante la tramitación del Estudio Informativo del tramo Pilarteiros-Curro, de la circunvalación de Pontevedra (A-57), el Ministerio de Fomento, sensible a las alegaciones formuladas desde la Xunta de Galicia, la Diputación de Pontevedra y el Ayuntamiento de Barro, propuso que la Resolución de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Estudio Informativo del citado tramo fuese positiva para la alternativa C-5, que contaba con una mayor aceptación social y territorial frente a la alternativa CO-3 con mejoras".

Sin embargo, esa declaración fue favorable a está última, sin atender el cambio de criterio de Fomento, que en julio ya analizó el asunto con el alcalde de Barro y ahora el ministerio anuncia "nuevas reuniones entre las administraciones afectadas por la DIA a efectos de analizar las distintas posibilidades en su tramitación".

Abraldes dejó claro ayer que si Medio Ambiente no analizó la alternativa C-5 (defendida desde Galicia) "fue porque Fomento preguntaba por otra" y responsabiliza a este último ministerio de ello, aunque confía en que finalmente se pueda resolver. Abraldes defiende la conclusión de toda la A-57, al igual que Fomento, que admite que el tramo en obras desde hace dos años, Vilaboa-A Ermida, no será eficaz sin los dos recorridos posteriores: A Ermida-Pilarteiros y Pilarteiros-Curro. El previsto entre Marcón y Xeve, de unos cinco kilómetros y que incluiría un paso sobre el río Lérez, está en fase de "redacción del proyecto de trazado" y el ministerio tiene cierta urgencia en ejecutar.