La actuación global tiene el objetivo de poner en valor un "monumento central de la historia de Pontevedra" y convertirlo en una "escultura sobre el río", libre de tráfico y algunos elementos añadidos. Además de los 860.000 euros de la iluminación, la rehabilitación del puente rondará los 926.000 euros, otros 93.000 corresponden a la cabecera Sur y los 834.000 euros restantes se invertirán en la futura plaza Norte.

De los 6.700 metros cuadrados totales, el elemento más destacado es el propio puente (1.780 metros cuadrados), cuyo tablero será una plataforma única de losas de piedra para continuar la vía peatonal de 11 metros de ancho, de lado a lado del viaducto. En el entronque con la plaza Valentín García Escudero (cabecera Sur, de 836 metros cuadrados), se mantendrá el actual paso de coches, pero con preferencia peatonal, por lo que cambiará el emplazamiento el paso de cebra con el fin de dar continuidad al trazado peatonal.

En este caso no están previstas reuniones con los vecinos para presentar el proyecto, como tampoco un calendario para comenzar los trabajos, pero sí se anunció ayer que el Concello organizará en colaboración con el Museo una exposición sobre el puente.

Está previsto que se abra al público en el primer trimestre del próximo año y su objetivo es que los ciudadanos en general conozcan con detalle la historia y el origen de la ciudad, así como el proyecto de remodelación. La muestra se expondrá en el edificio Sarmiento.

Patrimonio

El plazo de ejecución previsto es de un año y Patrimonio de la Xunta ya dio su visto bueno al anteproyecto. Ahora resta su aprobación definitiva. Queda fuera de la reforma la propia gasolinera, dado que la concesión de Costas a esta empresa no finaliza hasta el año 2018. Tampoco se actuará en los terrenos de Costas que ahora se emplean como estacionamiento ni en los edificios abandonados colindantes, que Patrimonio aconsejó conserva, al entender que ya forman parte de la imagen de ese entorno.

La hipotética demolición de ambos inmuebles, que presentan un notable deterioro, ya quedó totalmente descartada el pasado verano y los dos se integrarán en el proyecto de reforma del viaducto, aunque sin actuación alguna en ninguno de ellos.

Con respecto a la gasolinera se aguardará a saber si el final de la concesión, dentro de un año, implica su desaparición.