Los vecinos de las parroquias de la comarca que precisan del agua de la traída para su consumo particular se han movilizado a través de las comunidades para intentar paliar, en la medida de lo posible, una situación que se viene repitiendo, y agravando, desde los meses del verano. En algunos casos, aseguran, de continuar el actual clima y la seguía, solo dispondrían de un máximo de 15 días de suministro. El control se centra en asegurar que el agua se utilice solo a nivel doméstico y no en el regadío y en el respeto a los límites permitidos, según la parroquia en concreto. En cualquier caso, todos coinciden en que se trata de una situación excepcional y "nunca vista antes".

"Este año tuvimos alguna situación puntual complicada en el mes de agosto. También en septiembre y octubre. Ahora mismo estamos en la misma situación que en verano, gracias a las lluvias que cayeron tras los incendios, hace ya un mes", asegura Ramón Agulla, de Pontesampaio, donde se encuentra una de las comunidades de augas con mayor número de usuarios de toda Galicia, 340.

En la parroquia pontevedresa se continúa llevando un exhaustivo control del consumo, fijado en 500 litros por día y vivienda desde el verano, una cantidad prevista para familias de una media de cuatro personas. "Hay familias que tienen otros complementos, como pozos particulares, lo que facilita que esa cantidad de 500 litros no haya dado problemas", explica Agulla.

El vecino de Pontesampaio no se atreve a dar una fecha límite para garantizar el suministro de agua en la parroquia. "Es algo que no se puede prever, porque si a mí me llegan a decir que en el mes de noviembre íbamos a estar con esta escasez... no lo hubiera creído. El río fue a menos, pero, curiosamente, eso poco que llevó facilitó que el río cogiese agua suficiente. Es algo inexplicable también", confiesa.

"Tenemos pasado por épocas de sequía, pero nunca a estas alturas estuvimos con esta cantidad de litros nada más. No es algo que nos pase solo a nosotros, sino que pasa a nivel de España, y en la provincia de Pontevedra más. Es un problema que no se dio nunca. A día de hoy tenemos agua, pero a lo mejor dentro de 15 días tenemos que decir lo contrario", reconoce.

El portavoz vecinal asegura que ya se ha presentado la documentación necesaria ante Augas de Galicia para poder bombear agua desde otro afluente del habitual, Cartas. "Es una de las posibilidades que se plantean. Si no puede ser, habría que recurrir al Concello de Pontevedra, para que nos facilite algún tipo de ayuda, pero sería problemático porque nuestro depósito está en un lugar a donde no llega un camión cisterna" , afirma.

Esta opción se está planteando de cara al próximo año, pero si la situación se agrava, podría ponerse ya en marcha provisionalmente. "En Aguas de Galicia son sensibles al tema y creemos que en caso de necesidad nos facilitarían que se pudiera bombear desde esa otra zona", dice Agulla.

Camión cisterna

En Campañó también están pasando por momentos complicados. En la comunidad de aguas que atiende a los lugares de Piñeiro, Os Carballiños y Ferreiros, tienen 48 depósitos para medio centenar de viviendas. Su presidente, José Luis Castro, ya se puso en contacto con el Concello de Pontevedra para informarse sobre la posibilidad de utilizar un camión cisterna.

"El problema es que ahora, cuando haces un pozo, ya tienes que ir a 120 metros de profundidad, cuando antes con 80 llegaban", se lamenta.

Al no disponer de contadores, los vecinos que utilizan agua de la traída deben organizarse con los 800 litros de capacidad que tiene cada uno. "Depende del número de personas que tenga cada casa. La caseta tiene un repartidor central y van llenando todos lo depósitos a la vez. Las casas que tienen pozo propio lo usan hasta que el depósito se llena", explica.

En una reunión durante el pasado verano se dictaminó que el agua debía ser para uso exclusivamente doméstico y no para regadío.

"De momento vamos tirando. Lo del camión cisterna ha sido a nivel informativo, ya que la gente que ha pagado por un depósito no quiere pagar por el alquiler del vehículo. Tenemos que celebrar una reunión para hablar de esta y otras cuestiones", anuncia Castro.

En cualquier caso, considera que, de seguir así el clima, "y con el aire del norte, que lo seca todo", tendrán suministro para unos quince días máximo. "Los manantiales echan muy poco y algunos ya se han quedado sin agua. Si sigue así, tendríamos que pedir el camión urgentemente", apunta. "Aquí nunca hubo un problema de agua como este", finaliza.

En la comunidad de aguas de Tilve, Levorei y A Bouza, de Cerponzóns, tienen 62 depósitos para el uso de unos 300 vecinos.

Su trabajo se ha centrado en la limpieza de manantiales y en el control del uso del agua para uso doméstico y con una cantidad aproximada de unos 500 litros por casa al día. "Nuestros manantiales producen 26.000 litros de agua al día. A día de hoy este consumo está garantizado para uso doméstico", recalca Ruy Fontán, que subraya que si va a menos "hay que restringir el agua, medirla" con contadores.

"Si se pide agua de Pontevedra hay que engancharse y si se piden los camiones cisternas hay que pagarlos y resulta caro", recuerda. "Cada viaje son 100 euros".

Fontán también coincide al afirmar que es una problemática que nunca se había dado en la parroquia a estas alturas del año, "casi en diciembre". "Han secado pozos y fuentes que nunca habían secado", alerta.