La decisión del gobierno local de paralizar la instalación de los primeros composteros municipales en Monte Porreiro a raíz de la división vecinal entre partidarios y detractores de las ubicaciones elegidas, no es más que un frenazo más en el desarrollo del plan municipal para extender el compostaje de la basura orgánica a todo el municipio, el proyecto estrella del BNG al inicio del mandato pero que todavía está en pañales más de dos años después.

El gobierno local decidió suspender la instalación de estos recipientes apenas 24 horas después de que un grupo de vecinos mostrara ante el pleno su disconformidad con los emplazamientos elegidos en el barrio, cerca de parques infantiles o centros escolares.

Aunque se insiste en que es una paralización temporal a la espera de "consensuar" posibles ubicaciones y que la medida de Monte Porreiro "no interrumpe" el despliegue en otros barrios, en especial Campolongo, a día de hoy no hay ningún punto que disponga de esos composteros municipales, más allá de los aportados por la Diputación que se instalaron hace meses en Monte Porreiro.

El concejal portavoz del gobierno local, Raimundo González Carballo, explicó que la medida adoptada en el barrio "fue solicitada por el presidente de la asociación" O Mirador, y se ha creado una comisión entre las partes en conflicto con el fin de "llegar a un acuerdo, incluso variando zonas". El edil insiste en que "no se interrumpe el desarrollo en el resto de lugares" y dice que "los centros piloto funcionan perfectamente", algo que ponen en duda los opositores.

En la actualidad existen tres de estos centros: en la calle Italia, en la plaza de Europa y en la calle Alemania (junto al local social) y la idea municipal era ampliar esta dotación con 25 islas más para atender a una población de 4.599 vecinos. Según los datos municipales, esta población genera alrededor de 1.840 kilos diarios de materia orgánica, que se convierten tras el proceso en 130 kilos de compost. Además, existen productores singulares (cafeterías, restaurantes o supermercados) que generan alrededor de 895 kilos al día.

El despliegue ahora frenado era el primero que se quería lleva a cabo en el municipio y se habían elegido las calles Irlanda, Luxemburgo y Grecia.

Se trata en conjunto de 300 módulos para Monte Porreiro y Campolongo, segundo barrio donde se anunció la aplicación de este modelo, aunque por el momento sin fecha concreta. Hace un mes, la concejala Carmen da Silva apuntaba que en una semana se concretarían las ubicaciones en esta nueva zona, un despliegue aún pendiente pese a que se anunció hace más de un año. Sin embargo, siguen sin conocerse esos emplazamientos, que también estarían cerca de parques infantiles, según los primeros lugares elegidos provisionalmente.

Tras Monte Porreiro y Campolongo, no se ha desvelado que otros barrios se verían implicados en el futuro, pero el fracaso, al menos temporal, en el primero de estas áreas trastoca una vez más el sistema municipal de compostaje en todo el municipio, que apenas ha avanzado. El próximo paso previsto era repartir cientos de composteros individuales por el rural.