No hubo acuerdo. Pese a la predisposición del Concello de Poio de explicar a los vecinos el anteproyecto de humanización de las calles Antonio Pernas, Mato Calderón y la Plaza Riestra, los habitantes de la zona dijeron rotundamente "no".

La concejala de Obras y el edil de Urbanismo, Chelo Besada y Gregorio Agís, llegaron ayer a la Casa Rosada con la idea de exponer la actuación "prevista pero no cerrada" en A Caeira. Expusieron que la idea es ampliar aceras y "humanizar" una zona que cuenta con muchos residentes y en la que es "complicado" el tránsito a pie.

Pero en cuanto se explicó que para ello "la mejor opción" era, según el equipo de gobierno y el ingeniero municipal, cerrar uno de los dos carriles de tráfico actualmente existentes, los ánimos se encresparon.

El más de medio centenar de personas que acudió a la reunión se mostró radicalmente en contra. La práctica totalidad de los allí presentes, salvo excepciones, no dudaron en mostrarse contrarios ya no solo al proyecto, sino también a "testear durante una semana cómo funcionaría" el plan, opción que propuso Agís antes de determinar una decisión final.

Los vecinos entendían que esa medida quizá mejoraría el tráfico en la rotonda de A Barca. Pero la dirección única de subida propuesta perjudicaría a los residentes en A Caeira, al tener que ir hasta Bricoking o Ferreirós para poder acceder a la PO-308 o a Pontevedra.

De este modo, la sesión terminó con los responsables atendiendo en corros las demandas de los vecinos, sin votación alguna y con la incertidumbre sobre qué pasará con una actuación que era una gran apuesta del Concello pero no cuenta con el apoyo de la gente.