La Policía Nacional y la Guardia Civil investigan si detrás de la oleada de robos en domicilios que se está detectando a lo largo de la provincia está una banda organizada. En los últimos días no han dejado de crecer los casos de asaltos en viviendas en distintos municipios pontevedreses, con especial fijación por parte de los cacos en el rural de la ciudad del Lérez y de Poio. En los últimos días también hay constancia de robos en Mos, Tomiño o Tui, entre otros ayuntamientos, según fuentes conocedoras de la investigación.

Así, después de asaltos en parroquias como Salcedo, Marcón, Tomeza o Lérez, el pasado martes se produjeron dos nuevos robos en A Valadiña (Tomeza) y Pazos (Marcón). El objetivo de los ladrones, el mismo en casi todos los casos: dinero y joyas. De la vivienda de A Valadiña se llevaron un botín de joyas que los inquilinos guardaban en una caja fuerte oculta tras un espejo en una pared.

El modus operandi no es la única coincidencia que pueda hacer apuntar a la actuación de un grupo organizado. Fuentes policiales confirman que la intervención de delincuentes locales o habituales de la zona parece descartarse al evidenciarse, en estos últimos dos robos, un importante grado de preparación de los asaltos. En primer lugar, todo hace indicar que los ladrones sometieron a cierta vigilancia a sus objetivos: "Aprovecharon para entrar entre las cinco y las siete de la tarde que la casa se quedó sola y nosotros salimos para trabajar y hacer unos recados", explica una de las vecinas de A Valadiña, víctima del último de los robos. Es precisamente, este hecho de que pudieran haber estado vigilándolos, "el que más me preocupa y me deja intranquila".

Herramientas

A esto hay que sumar la constatación de que los autores de los robos actúan pertrechados con herramientas. En este mismo caso lograron subir sin dificultad a un balcón elevado, forzar una puerta de entrada a la vivienda desde la terraza y, una vez dentro, no dudaron en utilizar una sierra radial para reventar la caja fuerte en la que esta pareja guardaba sus joyas. Cuando regresaron a casa comprobaron que el interior de la vivienda estaba completamente revuelto pero solo se llevaron las joyas. Por último, en estos últimos robos los autores se cuidan también bastante de dejar pistas que puedan facilitar su identificación por parte de la Policía Nacional y Guardia Civil.

No muy lejos de allí, en Pazos, también se llevaron joyas y dinero aunque la Policía Nacional todavía estaba a la espera ayer a mediodía de recibir la correspondiente denuncia de estos robos, aunque sí ya tenían constancia de ellos y ya se había movilizado a ambos escenarios a la Policía Científica.

En cuanto a los robos en Poio, fuentes de la Policía Local también confirman que el objetivo de los ladrones era buscar únicamente joyas y dinero, un botín del que pueden deshacerse más fácilmente, y que también aprovechan viviendas que se encuentran vacías y sobre las que se pudo estar haciendo una vigilancia previa.

Fotos de los objetos de valor

Desde la Comisaría se vuelve a lanzar el mensaje de que los ciudadanos comuniquen a través del 091 cualquier información o presencia sospechosa en las zonas del rural, dado que es mejor realizar una comprobación de manera preventiva y que se trate de una falsa alarma que tener que lamentar un nuevo robo. También recomiendan a la población tomar fotografías de los objetos de valor que puedan tener en casa, tanto joyas como incluso dispositivos de nuevas tecnologías o electrodomésticos que puedan ser susceptible de robo. En el caso de las joyas pueden ser claves para que sean recuperadas en el futuro.

Fuentes policiales no descartan que se pueda tratar de un grupo itinerante que se pueda haber instalado temporalmente en la provincia o que incluso cubra grandes distancias desde otras zonas de la comunidad o incluso de fuera (incluido Portugal) para perpetrar un par de robos en una determinada zona y luego regresar a su base.