El Concello puso en marcha en 2007, justo después de la oleada de incendios del verano anterior, el programa "Monte Vivo", destinado a preparar las áreas forestales del municipio para que no se repitiera aquella tragedia. Apenas un mes después de los fuegos que arrasaron media provincia, el gobierno local vuelve a poner sobre la mesa este plan.

Según el balance municipal, la primera fase de aquel programa, en el que se llegó a plantar un millón de árboles autóctonos, sirvió para reducir en esta década los incendios en el monte municipal, pero el Concello es consciente de que muchos de esos terrenos aún son susceptibles de volver a arder, por lo que se apuesta ahora, cinco años después de concluir aquella actuación inicial, por dar un paso más.

La creación de cortafuegos vegetales, aprovechar al máximo la biomasa (como material complementario del compostaje) y los parques forestales en marcha son algunas de las iniciativas ya negociadas ahora por el gobierno local con la Mancomunidad de Montes de Pontevedra y la Universidade de Vigo, según explicó ayer el concejal Demetrio Gómez.

Las tres entidades colaborarán para elaborar un plan de cortafuegos vegetales del municipio, según se acordó el miércoles con los comuneros, después de contactos previos con la Escola de Enxeñería Forestal "para elaborar acciones concretas que permitan reorientar la política municipal forestal y poder actuar contra los fuegos, en los que, como es sabido, hay que trabajar en invierno", apuntó el edil.

Cortafuegos

La acción concreta es evitar las masas forestales continuas, por lo que se harían cortafuegos vegetales que impidan que el fuego atraviese de "manera incontrolada" todo el municipio, y fijar un plan para atacar el fuego sabiendo por donde puede entrar. "Se harían bien plantando nuevas masas forestales o bien limpiando y desbrozando el monte", explicó Demetrio Gómez.

Gran parte de estos cortafuegos estarán en terrenos de las comunidades de montes, pero en el caso de afectar a terrenos particulares, serán las propias comunidades las encargadas de la organización en cada una de las parroquias, y mantendrían ellas los contactos con los propietarios.

Está previsto poner en marcha una mesa de seguimiento del programa integrada por las tres entidades: Concello, Mancomunidad y Universidade y esta última será la encargada de asesorar la puesta en marcha de este plan. De hecho, en la reunión mantenida el miércoles con la Mancomunidad de Montes también se proponía la posibilidad de disponer de personal formado para la activación del proyecto, una medida con la que el gobierno local está de acuerdo, pero que debe estudiar su encaje legal.

Presupuesto de 2018

El plan de cortafuegos forestales contaría con el apoyo económico municipal, que "está dispuesto a financiar estas actuaciones con esos objetivos". Para ello, el presupuesto de 2018 ya incluirá una partida con la que reactivar el programa Monte Vivo.

Demetrio Gómez recordó que fruto de aquella política "fue la reforestación con especies autóctonas de grandes zonas en distintas parroquias o la proyección de varios parques forestales, algunos de los cuales están en marcha en estos momentos", en especial los de A Fracha y A Tomba

Aseguró que Galicia puede tener condicionantes que pueden suponer un problema para frenar las oleadas de fuegos, "pero debemos aprovecharlo también, al contar con un monte muy productivo, que genera una gran cantidad de biomasa". También destacó que "la propiedad del terreno también es otro punto fuerte porque a pesar del minifundismo, hay propiedades grandes, que gestionan las comunidades de montes".