La XXII edición de los Premios Xove Empresario 2017 de la Asociación de Jóvenes Empresarios, AJE, de Pontevedra quiso rendir homenaje al presidente de honor de Autorares Rías Baixas, Edelmiro Cuiña, por su trayectoria en el sector. El empresario reconoce que aunque "hay cosas que se podrían haber hecho mejor", en general se siente orgulloso de la trayectoria de la firma, de carácter familiar.

- Ha sido protagonista, en cierto modo, de unos premios destinados a reconocer el esfuerzo de jóvenes empresarios y emprendedores. ¿Qué ha supuesto para usted este reconocimiento?

-Una gran sorpresa, ya que no me lo esperaba; y también una enorme emoción. Quiero agradecer de nuevo a AJE, de mi parte y de todos los que forman Autocares Rías Baixas, este reconocimiento que nos ha hecho una gran ilusión.

- ¿Qué queda del Edelmiro Cuiña de los inicios? ¿Todavía hay algo de ese emprendedor ilusionado?

-Pues supongo que algo quedará. Creo que alguien que ha sido empresario o emprendedor, nunca deja de serlo. Sigo teniendo ilusiones, me gusta viajar, la música? no puedo estar sin hacer nada. Cuando veo algo que mejorar o que puede venirle bien a la empresa, no me lo callo. También me gusta salir con alguno de los autobuses históricos que tiene la empresa, y por supuesto no hay comida familiar en la que no se hable de autobuses. Es lo que hice toda mi vida y ahora no es fácil de cambiar.

- Durante su breve discurso quiso dedicar el Premio Honorífico de la AJE a aquellos que han hecho posible la historia de la empresa, ¿a quién se refería?

- En primer lugar, a nuestro padre, que fue quien empezó todo, luego a mi madre y hermanos que hicieron un gran esfuerzo en los peores momentos. A todos los trabajadores de la empresa, ya que sin un buen equipo humano no hubiésemos llegado hasta aquí. A nuestros socios de la familia Mosquera y, por último, a muchas personas que han confiado en nosotros cuando más lo necesitábamos y a las que siempre les estaré agradecido. Por supuesto, también a nuestros clientes.

- Echando la vista atrás, ¿qué cambiaría de la trayectoria de la empresa? ¿qué mejoraría?

-Es difícil saberlo, porque las decisiones hay que tomarlas cuando surgen los problemas. De todas formas, siempre hay cosas que se podrían haber hecho mejor, pero en unas ocasiones es por falta de medios o que otros sencillamente lo han hecho mejor que tú. Aunque, en general, nos sentimos contentos con nuestra trayectoria, recuerdo alguna operación de compra de alguna empresa de la zona que me dio mucha pena que se nos escapase, pero hay que saber perder y aprender para la siguiente ocasión.

- ¿Cuál fue la etapa más dura de la empresa?

-Cuando mi madre, mis hermanos y yo tuvimos que hacernos cargo de la empresa. Mi padre estaba haciendo una segunda casa con garaje para los autobuses y había comprado un autocar que costó 350.000 pesetas en aquel tiempo. De repente veías que muchas puertas se cerraban porque no creían en unos jóvenes que no teníamos experiencia ni medios económicos. Eso me llevó a pasarlo muy mal, pero esos momentos pasaron y conseguimos salir adelante.

- Han sido cuatro generaciones, ¿le pesó la responsabilidad en ese momento, tan joven?

- Ha pasado mucho tiempo. Aunque fueron momentos muy complicados, procuro recordar los buenos momentos, que también los hubo. Al principio, como cualquier joven me costaba levantarme temprano, a las 4 o 5 de la madrugada para hacer los servicios de feria o línea regular, primero de cobrador y luego de conductor. Antes, la gente tenía más paciencia y no había tantas prisas y exigencias como ahora. Incluso colaboraban contigo cuando había averías o problemas. La responsabilidad en este trabajo pesa bastante, ya que los errores afectan a muchas personas y tienes que estar siempre alerta. Recuerdo que cuando me llamaban por teléfono por la noche ya te daba un vuelco el corazón pensando que algo malo había pasado.

- ¿Por qué momento pasa el sector del transporte en autobús actualmente?

-Creo, sinceramente, que nuestro sector ha evolucionado mucho en los últimos años y que la mayoría de las empresas gallegas, que son familiares, disponen en general de un gran material y prestan muy bien los servicios. Ahora mismo estamos en un momento de gran incertidumbre ante los cambios que se avecinan para finales del año 2020, especialmente en los servicios de transporte escolar, del que dependemos muchas empresas en Galicia. Aunque las empresas nos tenemos que adaptar a los cambios, hay que tener en cuenta que en nuestro sector las inversiones son muy importantes ya que tenemos que renovar los autobuses constantemente. Además, los conductores para poder ofrecer seguridad y calidad en los servicios deben de formarse continuamente y tener cierto grado de experiencia, ya que estamos transportando personas, por lo que la estabilidad en el empleo es imprescindible.

- ¿Sigue siendo el transporte de pasajeros un negocio con futuro?

-Estamos convencidos de ello, y después de un periodo de estancamiento por la crisis de los últimos años, cada día las personas se mueven y viajan más. De hecho, en el año 2016 se ha recuperado notablemente el número de viajeros que utilizan el autobús, especialmente en el transporte discrecional. En los servicios regulares, los ciudadanos están cada vez más sensibilizados de que el vehículo privado no es la solución a la movilidad de las personas, especialmente en las ciudades o áreas metropolitanas, y que se debe apostar cada día más por el transporte público. Creo que en este campo tenemos mucho margen de mejora si nos comparamos con otras comunidades autónomas o con otras regiones de la unión europea.

- ¿Les han afectado de algún modo iniciativas ligadas a las nuevas tecnologías como los servicios de vehículo particular compartido?

-Por el momento, debido al tipo de servicios que presta Autocares Rías Baixas, apenas lo hemos notado, pero otras empresas que prestan servicios de larga distancia, sí se están quejando de que les están afectando al no poder competir con las mismas reglas. Todos tenemos que apostar por el uso de las nuevas tecnologías que facilitan en gran medida la vida a las personas, aunque si queremos disponer de un transporte público que sea una verdadera alternativa al vehículo privado, debe de venir acompañado de medidas que lo favorezcan, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista social. Todos debemos poner en valor los beneficios para la sociedad de tener un buen sistema de transporte público, que favorece la igualdad de oportunidades entre las personas, mejora nuestro medio ambiente, reduce los atascos y el número de accidentes, entre otras muchas ventajas.