"En 1929, la figura principal ante la que se convoca a todos los países participantes en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, es el navegante y descubridor Cristóbal Colón", recuerda Eduardo Esteban a propósito de esta cita histórica considerada, junto a la Exposición Universal de 1992, "el principal acontecimiento de la Sevilla del siglo XX por la radical transformación que supuso para la ciudad y por sus fuertes implicaciones nacionales e internacionales", señala la organización del I Congreso Internacional que recordará al evento.
Este simposio se celebrará en Sevilla del 9 al 11 de mayo del próximo año y "contribuirá a promover en la sociedad la conciencia de la trascendencia" de la Exposición de 1929, añaden las mismas fuentes. Con este objetivo, el congreso incluirá temáticas históricas, americanistas, artísticas etc y entre las mismas figurará la teoría del origen gallego de Colón.
Eduardo Esteban explica en su ponencia que "ya a finales del siglo XVIII, la relación de los países iberoamericanos con la madre patria era muy pobre; a nivel comercial -y sobre todo cultural- los vínculos se habían perdido". Así, "había que buscar una figura de gran reconocimiento que tendiese puentes entre el Nuevo Continente y la vieja metrópolis, que fuese mundialmente aceptada; y casualmente el lugar de origen oficial y académico del Almirante se venía cuestionando, y uno más próximo debería ocupar ese lugar".
Añade que esta idea perduró desde el año 1909 al 1929 "y se consolidó gracias a las aportaciones de historiadores e investigadores que trabajaban a ambos lados del atlántico: Constantino de Horta y Pardo ("La verdadera cuna de Cristóbal Colón", Estados Unidos, 1911), Celso García de la Riega ("Colón Español. Su Origen y Patria". Madrid, 1914), Enrique Zas y Simo ("Sí? ¡¡Colón español !!". La Habana, 1923; "Galicia Patria de Colón". La Habana, 1924), Prudencio Otero Sánchez ("España, Patria de Colón" Pontevedra 1922), y de forma destacada Ramón Marcote Miñarzo que, desde la presidencia del Comité Pro-Colón Español con sede en La Habana, coordinaba colectivos similares en Hispanoamérica, proclamando el Hispanoamericanismo y la obra de España en América, por lo que fue premiado en la Exposición Iberoamericana".
Un cuadro muy especial presidió el pabellón de Bellas Artes de la Exposición Internacional. Se trata de una obra en madera de finales del siglo XVI y autor anónimo, considerada el primer retrato del navegante y que forma parte actualmente de los fondos de un coleccionista pontevedrés.
Esta obra fue una de las grandes protagonistas de la Exposición Internacional llegó en 2015 a Pontevedra, donde fue recibida por el presidente de la Asociación Colón Galego y el bisnieto del iniciador de la teoría, Guillermo García de la Riega.
Los anticuarios que llevaron a cabo casi un año de negociaciones con su anterior propietario, un afamado coleccionista madrileño, explican que éste vendió la obra "para que se mostrase y estuviese cerca del lugar de nacimiento del almirante".
"Tuvimos noticias del cuadro, que desconocíamos", señaló a FARO el anticuario y galerista Pablo Pardo, "y durante meses estuvimos detrás de la pieza, animados por el trabajo continuado de la Asociación Colón Galego y por el interés que mostró uno de sus socios, finalmente nuestro comprador, en que localizásemos este tipo de obras en el mercado internacional para que fuesen trasladadas a su colección a Pontevedra".
Los anticuarios manifestaron entonces al diario decano que imaginaban la trascendencia de la obra pero no comprobaron su verdadera dimensión hasta que la recibibieron físicamente. "Pudimos estudiarla, también la ficha que acompaña al cuadro y que nos permitió rastrear su pasado".
Así, Pablo Pardo recuerda que "este cuadro fue en buena medida el centro de la Exposición Iberoamericana de 1929, ya entonces se consideraba una pieza cumbre para la historia de Latinoamérica y de España por su retrato de Colón".
