El proyecto de mejora de la accesibilidad en el entorno del IES Torrente Ballester, que acaba de pasar a contratación, tiene un coste de algo más de 241.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses. El concejal confía en que esté realizado el próximo verano "si no hay contratiempos".

Se aplicarán los estándares de calidad urbana de Pontevedra, adaptado a una realidad de calles angostas. En consecuencia, explica el edil, se ampliarán las aceras, que en el caso de Herminia Fariña obligarán a dejar un único carril de circulación, de salida, en el primer tramo que va desde la avenida de Vigo a la calle Pintor Manuel Colmeiro. En el segundo, hasta la calle Pintor Virxilio Blanco quedará de doble circulación, de distribución de tráficos en el barrio.

Los cruces de la calle serán elevados, a un único nivel, a modo de una pseudo-plaza, lo que despejará la zona. El objetivo es que sean los vehículos los que tengan que salvar el desnivel existente en vez de los peatones. "En resume se sacará el trafico de paso hacia el borde del barrio y se restringirá la circulación al tráfico de necesidad" señaló Demetrio Gómez.