Una avería sufrida por una persona que realizaba un vuelvo en paramoto (un parapente con motor) le obligó ayer a hacer lo que se podría denominar como un aterrizaje forzoso en Orillamar que incluso llegó a movilizar a los bomberos.

Ocurrió al filo de las cinco de la tarde cuando los bomberos recibieron el aviso de que este parapentista se podría haber caído al río al observar que el parapente estaba en el agua del Lérez. No obstante, los bomberos pudieron comprobar que no fue necesario rescatar a esta persona dado que lo que había hecho fue aterrizar en una de las rampas de la orilla del río Lérez con el paramotor tras sufrir esta avería y aunque la tela del parapente estaba en el río él se encontraba en perfecto estado y no requirió de ningún tipo de asistencia.

Los bomberos también acudieron a una apertura de vivienda de una persona mayor con movilidad reducida que tenía problemas en su vivienda.