Juan Félix Díaz es el teniente del puesto de Baiona-Nigrán. A media tarde del domingo, la mayor parte de la dotación de 28 agentes que tiene este cuartel estaba auxiliando a la población en el entorno de Nigrán y Chandebrito cuando el fuego comenzó a acechar peligrosamente el casco urbano de Baiona. Los agentes que quedaban allí trabajaban codo con codo con los vecinos para frenar el avance del incendio sobre el barrio de la Anunciada. De repente, y "con mucha sorpresa", el fuego cambió y "empezaron a arder los exteriores del cuartel". Félix Díaz destaca que "los vecinos no lo dudaron y se pusieron con nosotros a defender el cuartel". En un momento dado incluso lo daban por perdido, pero lograron salvarlo aunque con daños en cámaras de seguridad, suministro de luz o algún vehículo. "Incluso alguna persona a la que habíamos detenido no hacía mucho tiempo estaba allí ayudándonos", señala este guardia civil que, sobre todo, quiere destacar "nuestro agradecimiento a los vecinos" dado que juntos no solo salvaron el cuartel "sino parte del casco urbano de Baiona" al que se habría extendido después.