En medio de la polémica por la decisión de Clece de no aceptar desde ayer prórroga alguna en el Servizo de Axuda no Fogar (SAF) y obligar al Concello a buscar una solución de emergencia para atender desde hoy a los 160 usuarios dependientes, toda la oposición municipal se alió ayer para pedir al gobierno local que renuncie a una nueva privatización de esta atención y sea asumida directamente por el Concello.

La iniciativa partió de Marea, que suma esta demanda a otras de "municipalización" de servicios privatizados como el agua, la recogida de basura o las piscinas de Campolongo, entre otras. No obstante, en el caso de la Axuda no Fogar Rei aceptaría una "empresa mixta".

Todos los grupos reprocharon al BNG la deficiente gestión de este asunto, toda vez que la empresa Clece ya anunció hace año y medio que no quería continuar con el SAF por las "deficiencias económicas" pero su marcha del miércoles pilló desprevenido al gobierno local.

María Rey recordó que antes de asumir la gestión directa de cualquier actividad "hay que hacer un estudio previo" para que no ocurra como en otros concellos (citó el caso de Teo) donde el "SAF es nefasto". Aún así, defendió la idea de Marea, al igual que el socialista Agustín Fernández, que puso esta asunto como ejemplo de los "dos años de falta de gestión y de avances por parte del gobierno local".

El PP, cuyas denuncias sobre este asunto quedaron horas después eclipsadas por el apoyo de CC OO a la solución municipal, insistió, a través de la concejala María José Rodríguez Teso, en reclamar que "de una vez por todas, el SAF funcione bien", mientras que por el BNG fue César Mosquera el que emplazó a Marea a "tomar estas medidas allí donde gobierna, y si funcionan, nosotros iremos detrás".