El notable incremento del número de desplazamientos que se producen con motivo del verano hace que esa sea una época en la que tanto la DGT como la Guardia Civil de Tráfico pongan especial atención a las carreteras. Con los datos provisionales de la pasada campaña veraniega, el resultado ha sido un descenso de la siniestralidad vial en la provincia con respecto a los mismos meses del año anterior, concretamente de un 10,1% en lo que respecta al número de accidentes con víctimas registrados en las carreteras interurbanas.

Según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico, en los meses de julio, agosto y septiembre se registraron en los viales interurbanos de la provincia un total de 425 accidentes con heridos, frente a los 473 del mismo periodo de 2016. El mes con una mayor siniestralidad (al igual que ya sucedió el verano anterior) fue julio con 154 siniestros con víctimas.

En cuanto a los fallecidos (se contabilizan aquellos que perdieron la vida a 24 horas del siniestro), la cifra también es mejor la de esta campaña estival al registrarse 5 fallecidos en la provincia, frente a los 8 de 2016. Un detalle a resaltar en cuanto a la siniestralidad es una reducción en cuanto a las consecuencias de los accidentes, dado que esta reducción del número de fallecidos está acompañada de un importante descenso en la cifra de heridos graves que pasan de 90 en 2016 a los 46 del verano que acaba de finalizar, es decir, una caída de un 44%.

También se reduce el número de heridos leves, pasando de 618 a 602, un 2,5% menos.

Atendiendo a algunos de los colectivos más vulnerables, los datos también son mejores que los de 2016 en lo que se refiere a los motoristas. Con todo, la cifra de muertos sigue siendo bastante elevada dado que de los cinco fallecidos, dos fueron motoristas o acompañantes. El año pasado el número de víctimas mortales en verano ascendió a cuatro. Entre este colectivo también se reduce el número de heridos graves de 23 a 15 y el de heridos leves de 115 a 91.

En cuanto a los peatones, las cifras tampoco son buenas. De los cinco fallecidos en accidente este verano, si dos eran motoristas, otros dos eran peatones, cuando en 2016 no se había producido ningún atropello mortal, según los datos que maneja la Jefatura Provincial de Tráfico. El dato positivo en cuanto los peatones es que se reduce el número de heridos graves por atropello que baja de 18 a 18 con respecto a la anterior campaña estival.

Por lo tanto, sigue siendo un aspecto en el que trabajar para reducir la siniestralidad entre estos colectivos más vulnerables en carretera. De hecho, desde Tráfico recuerdan cada otoño extremar las precauciones ahora que las horas de luz se reducen de forma significativa y llega el mal tiempo, lo que reduce la visibilidad. Por ello, tanto el conductor debe extremar la precaución como el peatón tomar las medidas necesarias para hacerse ver en carretera.

Alcoholemias

Otro factor al que se le presta especial atención durante los meses de verano es a la conducción alcohólica. La proliferación de fiestas gastronómicas o de eventos lúdicos asociados a la ingesta de bebidas alcohólicas hace que la Guardia Civil esté especialmente pendiente y realice importantes controles de forma rutinaria y también dispositivos especiales en torno a estas fiestas o eventos. En estos tres meses de verano se realizaron 57.427 controles en la provincia y dieron positivo 1.352 conductores, una tasa del 2,3% superior en dos décimas al 2,1% de positivos del verano anterior, por lo que olvidarse del alcohol al volante sigue siendo una conducta a desterrar por una parte de los conductores pontevedreses.