Ya lo planteó con la gestión del abastecimiento de agua, de recogida de basuras y otros servicios privatizados y ahora lo intenta con las piscinas de Campolongo. Marea Pontevedra anunció ayer que ha presentado alegaciones contra el concurso que promueve el Concello para adjudicar la gestión de estas instalaciones de modo que se recupere su explotación directa, sin intervención de empresa alguna. El gobierno local pretende que sea una empresa la que asma esa labor sobre todo porque es necesaria una inversión de al menos tres millones de euros para acondicionar unas instalaciones obsoletas.

Marea no hace referencia en su propuesta a esas obras, pero su concejala Carmen Moreira apunta que "no estamos en el caso de una recuperación o rescate de un servicio ni tampoco en una resolución del contrato, no tenemos obligaciones que perjudiquen a la hacienda local", sino que "se trata de gestionar un servicio público ya existente, amparado jurídicamente y que resulta más eficiente y menos oneroso tanto para el Concello como para los vecinos".