Las lluvias de los últimos días no solo han servido para hacer frente a la oleada de incendios forestales que asoló a la provincia y la comarca, sino que también han dado un respiro a los ríos y embalses, amenazados por una sequía que ponía en riesgo el abastecimiento a la población. Pese a que las precipitaciones aún no son suficientes y se mantiene la alerta por si la climatología vuelve a dar un giro hacia el calor, el aspecto que presentaba ayer el río Lérez era mucho más positivo que el pasado lunes.

En apenas tres días (entre el lunes y ayer miércoles) la estación de Meteogalicia en Campolongo recogió alrededor de 36 litros por metro cuadrado, ligeramente por encima de lo registrado en todo el mes de septiembre, un mes muy seco que llegaba después de unos meses de julio y agosto también muy escasos de precipitaciones, con apenas 24 litros entre los dos periodos.

Los 36 litros recogidos en las últimas setenta horas -hasta las nueve de la noche de ayer- aún no garantizan que el fantasma de la sequía se haya superado, como tampoco lo hace el caudal que registra el Lérez, muy por debajo de lo normal en estas fechas. Aún así, la situación es mucho más halagüeña. En apenas tres días ese caudal ha crecido un 125%, al pasar de apenas 1.650 litros por segundo el pasado lunes a los más de 3.700 de la tarde de ayer. Es un aumento de bastante más del doble que ha permitido cerrar de nuevo el "grifo" del embalse del Pontillón de Castro. Cada vez que el caudal del Lérez se sitúa por debajo de los dos metros cúbicos (dos mil litros) por segundo, se activa inmediatamente el suministro desde la presa, que cada vez tenía más importancia para abastecer a la población, ya que se decidió que el 50% de todo el agua enviada a Pontevedra, Marín, Poio y Sanxenxo, procediera del embalse, con el fin de reducir la captación del río y suavizar así la pérdida de caudal.

Con las lluvias de estos días, se ha regresado a lo habitual y se confía en que la situación mejore hasta final de mes. Las previsiones meteorológicas apuntan a que seguirá lloviendo algunas jornadas más y aunque el sol pude regresar el domingo, se apunta a que volvería a llover a partir del próximo miércoles.

La mayor presencia de agua también se pudo apreciar ayer en el río de Os Gafos, otra corriente fluvial que presentaba unos niveles alarmantes. En todo caso, los 3,7 metros cúbicos de caudal del Lérez en los medidores de Augas de Galicia de Monte Porreiro todavía constituyen una marca muy escasa. Hace justo un año ese índice superaba los 10 metros cúbicos y en otras épocas de 2017 los datos eran mucho mejores. De hecho, octubre aún es el mes con peor media del año, con 2,3 metros cúbicos. Febrero se cerró con más de 48.000 litros por segundo de media, marzo con treinta y tanto abril como mato llegaron a los 16.

A partir de ahí, la caída fue tajante: poco más de nueve en junio, apenas cinco en julio y tres en agosto y septiembre. De mantenerse el actual régimen de lluvias podrían superarse en octubre esos datos. Todo depende ahora del cielo.