La panadería "O Pan de San Antonio", de la familia de Miguel Ángel Ferreira, perdió en el siniestro una nave, toda la leña almacenada y la furgoneta del reparto. El fuego llegó a la fachada de la vivienda y a punto estuvo de arruinarla. "Si no es por los vecinos y por la ayuda de todo el mundo lo perdemos todo; fue un auténtico infierno". La madre de Miguel Ángel asegura que "pensei que morriamos todos; non se vía nada, a xente tropezaba uns con outros mentras corría". La familia Ferreira Lorenzo, junto a sus vecinos, pasó la noche luchando contra el fuego para al menos no perder la casa. Se felicitan de haber perdido "solo cosas materiales".