Era el 21 de noviembre de 1992. Aquel día se cortaba la cinta de inauguración del tramo Caldas-Pontevedra Norte de la AP-9, que ponía punto final a casi dos décadas de obras y completaba definitivamente el recorrido por autopista entre Vigo y A Coruña. Pontevedra contaba desde febrero de 1981 con la conexión hasta Vigo, pero tuvo que aguardar once años más para que se repitieran las inauguraciones. Primero, en marzo de 1992, con el puente sobre la ría, y ocho meses después, en noviembre de aquel año, con el tramo Caldas-Pontevedra Norte, que suponía, además, el cierre de todo el recorrido atlántico, alternativo a la N-550, aunque de pago, unas 1.300 pesetas de la época (algo menos de ocho euros) para circular desde Vigo hasta A Coruña.

En poco más de un mes, el próximo 21 de noviembre, se cumplen 25 años de aquel hito. La inauguración del puente sobre la ría, con un gran pilastra central de hormigón en forma de V, fue el 25 de marzo de 1992, después de casi dos años y medio de obras, iniciadas a finales de 1989. El entonces secretario para las Infraestructuras del Ministerio de Obras Públicas, Emilio Pérez Touriño, el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, el alcalde de Pontevedra, Javier Cobián Salgado, y el presidente de lo que aquel año era la Empresa Nacional de Autopistas, Antonio Rojo, fueron los encargados de cortar la cinta con la que se abrió el tráfico. A ellos se unieron, ocho meses después el ministro de Obras Públicas, Josep Borell y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, para poner en servicio el tramo entre la ciudad del Lérez y Caldas, con una longitud de algo más de 18 kilómetros, con 24 pasos bajo la autopista y doce sobre ella y con viaductos de gran calado, sobre los valles de Portas y del Umia, con 408 y 523 metros respectivamente.