La suspensión de las licencias en casi todos los 30 suelos urbanizables del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobada en septiembre, obliga a la Concejalía de Urbanismo a trabajar con la máxima agilidad ya que la medida tiene un plazo de vigencia de un año.

Se trata de revisar las previsiones edificatorias en esos terrenos, sobre todo porque catorce años después de la aprobación del PXOM, solo dos suelos urbanizables el número 3 y el 28, que suman 2,7 hectáreas, han sido plenamente desarrollados y otros se han quedado a medias, entre los que destaca el número 15, que es el parque empresarial de Nantes, y que tiene una extensión de 65 hectáreas.

Los 30 suelos urbanizables contemplados en el PXOM suman un total de 257 hectáreas, el 5,5% del total del término municipal, que tiene 4.400 hectáreas. De las 257 hectáreas el Plan reserva 28 hectáreas para zonas verdes y 13 hectáreas más para acoger equipamientos públicos. Suman una edificabilidad máxima de 130 hectáreas en las que se podrían hacer un máximo de 6.914 viviendas. Del total 85 hectáreas corresponden a uso residencial y 45 hectáreas a uso industrial (parque empresarial de Nantes). El 10% de la edificabilidad total, es decir, 13 hectáreas en las que se podrían hacer un máximo de 691 viviendas, son de cesión obligatoria al Concello.

El Concello destaca que "el objetivo principal de la suspensión es adaptar la ordenación y planificación de estos suelos a la abundante legislación aprobada con posterioridad al PXOM de Sanxenxo y también a las necesidades actuales de vivienda", toda vez que "la legislación, los ciudadanos e incluso los propietarios de los suelos demandan menos cantidad de vivienda y más calidad".

Tras la suspensión de licencia, aún falta una larga tramitación. Ya se trabaja en la elaboración del pliego de prescripciones técnicas para la redacción de esta modificación, con una primera fase de análisis y diagnóstico de la situación actual de los suelos urbanizables, de las infraestructuras y de la conectividad del Concello; y una segunda fase, que será la elaboración de los diferentes documentos de la modificación puntual y su evaluación ambiental.

Tras disponer de esos trabajos técnicos habrá que remitir toda la documentación a la Consellería de Medio Ambiente, para que, en coordinación con la Dirección Xeral de Urbanismo, se pueda aprobar inicialmente, previa exposición de dos meses. Posteriormente se reunirán los informes sectoriales necesarios para la aprobación provisional y finalmente se procede a la aprobación definitiva por parte de la Dirección Xeral de Urbanismo.