Las cifras van en declive. Pero eso no impide que la provincia de Pontevedra cuente con unas 14.000 licencias de caza, según explica el presidente de la Mesa Galega pola Caza, Manuel Martínez. En Galicia hay actualmente unos 40.000 permisos.

El responsable de la Mesa Galega y presidente de la Sociedad de Caza de Portas explica que la gran mayoría de las licencias las regentan personas con más de 45 años. "Es evidente que hay muy poca gente joven porque las circunstancias no son adecuadas para que se sumen. Es mucho dinero y horarios en tiempo de ocio. Cada vez somos menos, porque la gente va cumpliendo años y tiene menos condiciones físicas para ir al monte", expone.

Yago Abal, del tecor de Barro, explica que su sociedad ha pasado de 300 socios a 160 en los últimos tres años. "Es que muchos mantienen la licencia de caza para seguir pudiendo tener el arma", asegura. Y el precio para los nuevos interesados no ayuda: federarse cuesta, como mínimo, unos 600 euros.

"Cazar no está de moda e incluso en muchos sectores está mal visto. Yo lo entiendo, porque muchas veces desde el sector no contribuímos a generar esa buena imagen. Hay gente que cree que cazar es matar. No es así. Hay que ser respetuoso", profundiza Martínez.

Mientras, la provincia de las Rías Baixas cuenta con unos 78 tecores (terrenos cinegéticamente ordenados). Este tipo de espacios en el monte son promovidos por las asociaciones de caza para llevar a cabo ahí actividades de cetrería. Según los datos que maneja Martínez, en Galicia existen unos 400 terrenos de dedicados a este estilo.