Algo más de 74,3 millones de euros en un total de 90 inmuebles, desde la Casa Consistorial de la plaza de España hasta el cuartel de San Fernando (actual sede de Bellas Artes) y el estadio de Pasarón, junto con un sinfín de edificios de uso educativo; 2,1 millones más en los que se tasa el contenido de estos locales, sobre todo mobiliario; y 568.300 euros en obras de arte, desde esculturas en la calle a cuadros en el Museo. En total, 77.050.729 euros. Es el valor que el Concello ha asignado a la inmensa mayoría de sus bienes, según figura en el contrato con la empresa Helvetia para asegurarlos contra posibles incendios, temporales, actos vandálicos, accidentes e incluso "daños por caídas de astronaves o aeronaves".

El Concello es propietario directo, en todo el municipio, de un total de 533 bienes inmuebles. Así se detalla en el inventario municipal que fue actualizado hace poco más de un año después de 17 años de espera. Sin embargo, aquella actualización se divulgó en la página web municipal sin un dato básico: su valoración económica. Ha sido necesario aguardar a que se adjudicara el seguro de esos bienes para tener una idea aproximada de ese valor.

Porque esos 77 millones no corresponden a la totalidad de bienes municipales, puesto que en la relación de asegurados no se incluyen las 160 parcelas del Concello. En todo caso, la relación sí incluye lo más granado del patrimonio local, desde la Casa Consistorial de la plaza de España, el estadio de Pasarón, la Casa da Luz, el Pabellón de Deportes, el parque de Bomberos o el Mercado de la calle Sierra, entre otros muchos.

Pasarón y Pazo da Cultura

La Casa Consistorial, una joya de Sesmero de finales del siglo XIX, se valora en 1.023.000 euros, menos de una décima parte de la tasación que se asigna al estadio de Pasarón, que supera los 11,3 millones de euros y se convierte así en el inmueble más caro de todo el Concello. En segundo lugar no aparece el Pazo de Mugartegui o el cuartel de San Fernando, históricos edificios en pleno centro de la ciudad, sino el Pazo da Cultura, tasado en 5.333.655 euros, ligeramente por delante de los 5.324.650 euros del Recinto Ferial y muy por delante, por ejemplo, del Centro de Interpretación das Torres Arzobispais (CITA), valorados en apenas 272.000 euros.

También se sitúan en los primeros lugares en cuanto a tasación recintos como el Pabellón de Deportes (2.424.684 euros), el Teatro Principal (2.173.546 euros) o el colegio de Barcelos (3.109.033), todos ellos muy por encima del millón de euros de la Casa Consistorial. Incluso la Casa Azul de la calle Sor Lucía supera a la obra de Sesmero y llega a 1.041.192 euros.

Además, otros inmuebles reciben una valoración mucho menos: Chalé de Fontoira (874.000), parque de Bomberos (749.000), Cementerio de San Mauro (65.660 euros), el edificio municipal de la calle Santa Clara (304.000) o la Casa da Luz, de apenas 290.000 euros.

Se trata en la mayor parte de los casos de inmuebles unidos al inventario municipal desde hace décadas, pero este amplio listado incluye una innumerable relación de bienes que abarca desde fuentes y lavaderos -que son más de 150 en todo el municipio- hasta incluso viviendas y locales comerciales. Estos últimos (especialmente en la calle Sierra, así como la Plaza de Abastos y otros mercados) sí forman parte del contrato de seguros. En el inventario, al menos 82 son edificios, locales y otros inmuebles, entre los que figura numerosos centros educativos, aunque no en todos los casos se destinan ya a ese uso. Así, se cita la antigua escuela de Marcón, que actualmente se usa como "vivienda concedida en precario", o la escuela de "San Andrés de Xeve, "ocupada en precario por una familia". La de Salgueiral, en Bora, carece de destino actual y la escuela de Cons, en Mourente, se emplea ahora como local social, como la de Pidre (Cerponzóns), o la de Lusquiños (Tomeza), entre otros.

Además de las dos viviendas "en precario", el Concello es propietario de dos pisos. Uno de ellos está en la avenida de Buenos Aires, junto con varios locales comerciales que, en la mayor parte de los casos, están alquilados. Otra vivienda se emplaza en una "casa en Campo do Boi", que curiosamente se tasa en cero euros, el mismo valor que el contrato de seguros otorga al embalse del Pontillón o a la antigua escuela de Os Campos.