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El futuro del comercio tradicional en Pontevedra

Los pequeños restaurantes especializados en un producto serán la gran apuesta del mercado

-La futura área gastronómica, en la parte superior, estará abierta al público también en horario de tarde y noche - La plaza de abastos cuenta actualmente con un 40% de espacios libres, la mayoría en la primera planta

Vista de una de las zonas de la planta baja del Mercado en la que se vende pescado y marisco. // Rafa Vázquez

El mercado de Pontevedra dará un giro radical el próximo año con el fin de dinamizar las ventas, atraer al público y conseguir que este espacio histórico vuelva a ser el motor económico de la zona monumental. La propuesta más novedosa por parte del Concello, avanzan los vendedores, es la de crear en la planta superior una serie de negocios, restaurantes en su mayoría, especializados en un producto en concreto, que servirán ya preparado a sus clientes. De este modo se ofrecerán, dependiendo del establecimiento, platos de carne, pescado o pasta, entre otros. También los habrá destinados en exclusiva a vinos gallegos.

Aunque con prudencia, buena parte de los placeros valoran la propuesta del gobierno local, que supondrá que la primera planta, en la que se establecerán estos restaurantes y tiendas especializadas, se mantenga abierta al público también en horario de tarde y noche. Para ello, se modificará la entrada principal con un cierre de modo que la planta baja podrá permanecer cerrada con su horario habitual, solo de mañana. Así, el acceso se realizará como hasta ahora por las escaleras sin afectar a los espacios de los vendedores tradicionales.

Realmente, este giro en el Mercado supondrá un cambio de uso de una de sus plantas, en la que se encuentran la mayoría de puestos vacíos. Los pocos que quedan en ella serán trasladados a la planta baja principal, la que a diario registra movimiento de ventas.

Según los datos facilitados por el Concello de Pontevedra, actualmente en la Plaza de Abastos hay unos 150 espacios libres, casi todos en la primera planta. Esto supone que más del 40 por ciento se encuentran sin ocupar, ya que el total son 362.

De los 212 que sí están ocupados, se reparten entre 86 negocios, ya que la mayoría necesitan para desarrollar sus ventas más espacio.

Los puestos de venta de pescado y marisco siguen siendo, como es habitual en este tipo de mercados, los más numerosos. En Pontevedra hay 50. Les siguen, pero muy de lejos, 12 carnicería.

El resto se reparten entre los de venta de flores (6), fruterías (4), venta de congelados (3), charcuterías, ultramarinos, bares, panaderías, joyerías, kioskos y tiendas de textil, ya que también hay que incluir los negocios ubicados en el exterior del Mercado, en su fachada principal de la calle Sierra.

La concelleira del centro histórico, Anabel Gulías, se encuentra al frente de esta iniciativa, que no ha provocado pocas reacciones. Un reglamento en vigor desde el mes de abril permitirá poner en marcha el proceso de transformación del edificio, renovado en el año 2003 por el arquitecto pontevedrés César Portela.

Una de las condiciones de esta propuesta es que los nuevos negocios no podrán competir con el tipo de ventas de los puestos tradicionales, tanto para protegerlos como para garantizar la variedad de oferta, el fin último que permitirán atraer nuevos públicos al Mercado. Va en consonancia con las últimas actividades llevadas a cabo en la Plaza de Abastos, como la Sétima Feira, destinada a nuevos creadores, o el Ganapán, un espacio infantil con talleres y actividades para los más pequeños.

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