Ni un solo metro del Plan de Sendas de Galicia ejecutado en el último año en Pontevedra y Poio. Es el balance que puede ofrecer la Consellería de Infraestruturas en plena Semana Europea de la Movilidad a los colectivos ciclistas que desde hace meses reclaman mayor seguridad vial y recorridos propios para las bicicletas y peatones, especialmente en la PO-308 a su paso por Poio, escenario de frecuentes accidentes con ciclistas implicados.

En octubre de 2016, hace casi un año, el departamento que dirige Ethel Vázquez, presentaba públicamente en Pontevedra sus propuestas de actuación en esta materia tanto en la capital como en Poio. Se trataba de trece sendas en siete carreteras con una longitud total de más de once kilómetros. Desde entonces tan solo se actuó en la PO-308 pero en A Lanzada (Sanxenxo), un recorrido que muchos cuestionan como apto para ciclistas (una pasarela de madera en un lado y una acera en el otro) y que se abrió en julio. Ayer mismo, Vázquez visitaba las obras de otra senda en Nigrán, que estará lista en diciembre.

Mientras tanto, los ciclistas de Pontevedra y Poio, así como los peatones, aún deben esperar por alguna de las sendas prometidas en la PO-308, en la carretera de Vilagarcía, en la que enlaza O Pino con Bora, en la PO-225 en Alba o en la carretera de Campo Lameiro a su paso por Lérez o Xeve, por ejemplo.

Tres millones de euros

El anuncio realizado en octubre de 2016 detallaba que el Plan de Sendas de Galicia invertiría tres millones de euros en la puesta en marcha de 13 sendas peatonales y ciclistas, calificadas como "itinerarios seguros y sostenibles" para facilitar el tránsito de cientos de vecinos. Ethel Vázquez, detallaba entonces la ejecución de doce kilómetros de sendas con especial hincapié en la PO-308, que contaría casi en su totalidad con itinerarios alejados del tráfico, según la previsión de la administración autonómica, aún pendiente.

Entre las actuaciones prioritarias se citaba el tramo entre Covelo y Raxó, el único para el que se publicó ya, en abril pasado, una propuesta de expropiación de 57 fincas a lo largo de 3,7 kilómetros. En Chancelas serían otros 1.240 metros de senda, 370 metros entre aceras ya existentes en Combarro y 1.650 en A Seca, a fin de que "haya prácticamente continuidad peatonal en el municipio de Poio".

El Plan de Sendas también incluía en el mismo municipio itinerarios en la PO-303 en Tarrío y en la PO-309 en Portosanto, con 400 metros de sendero.

Otro grupo importante de mejoras afectaba a la PO-531, la carretera de Vilagarcía. En el municipio de Pontevedra se realizarían mejoras en O Freixo, con 700 metros de sendas a fin de mejorar el acceso al colegio Parada-Campañó.

Camiño Portugués

También se anunciaron 800 metros de sendas en A Devesa, una obra muy demanda a con el fin de mejorar la seguridad viaria, y 1.950 en Barro, entre Bretoña y el polígono de Sequeiros.

En la PO-225 (que enlaza las carreteras de Vilagarcía y Santiago por Alba y Cerponzóns), habría una senda entre Touceda y San Caetano, coincidiendo con el itinerario del Camino de Santiago. En la PO-223 -el vial entre Pontevedra y Campo Lameiro- en A Piolla (donde se diseñaron 400 metros de itinerario continuando las aceras que unen con Pontevedra) y en Xeve, que contaría con 1.300 metros de recorrido seguro en O Couso para unir con el polígono de Xeve y el CEIP San Andrés. También se plantearon 650 metros de senda en O Sobral.

En la PO-542 -O Pino-Bora- la idea era continuar las sendas de aceras en Marcón, unos 900 metros de itinerario en Pazos para unir importantes equipamientos como el cementerio con el núcleo capitalino.

En función del espacio disponible en cada tramo, se harían tres tipos de sendas, si bien la Xunta confía en que "en la mayor parte de los casos" mixtas con áreas diferenciadas para peatones y ciclistas.

Aún sin proyectos

Después de aquel anuncio de hace un año, la Consellería de Infraestruturas e Vivenda ponía en marcha por fin, en junio de 2017, el proceso para contratar a una empresa que se encargue de redactar los proyectos correspondientes por 253.000 euros. A día de hoy, ese concurso aún está sin adjudicar entre las 21 ofertas presentadas, con presupuestos bastante más reducidos, entre 175.700 y 185.700 euros. Además, se establece un plazo de doce meses para disponer de esos diseños técnicos, por lo que no se contará con ellos hasta finales de 2018 y, por tanto, las obras se demorarían al menos hasta 2019.

Estas actuaciones están enmarcadas en la segunda fase del Plan de Sendas de Galicia, que contempla estos recorridos para las comarcas de Pontevedra, Ourense, O Morrazo y Lugo. En la primera fase, que se puso en marcha en las comarcas de A Coruña, Ferrol, Bergantiños, Santiago, Vigo, O Salnés y Chantada, ya hay actuaciones en marcha. La Xunta sostiene que "este plan tiene como objetivo incrementar la seguridad de peatones y ciclistas, puesto que son los usuarios más vulnerables de las carreteras".