La Fundación Juan XXIII está a punto de ver culminado uno de sus proyectos más deseados y complejos. Se trata de la ejecución de su primera residencia en la ciudad, un servicio que permitirá dar cobijo a aquellos usuarios que puedan quedar desamparados a lo largo de su vida. Después de al menos seis años de trámites y gestiones la entidad ya ha resuelto todos los obstáculos, en especial el de la financiación, y las obras son una realidad. Comenzaron hace unas semanas en una parcela de la calle Blanco Amor, colindante con la sede actual.

Los trabajos llegan unos seis meses después de obtener, en febrero pasado, la licencia municipal, un proceso que también estuvo salpicado de dificultades ya que fue necesario un plan urbanístico especial, un proceso de evaluación ambiental y otros pasos. Tras resolverlos, en los últimos meses se zanjó el aspecto económico y la Fundación ya está en disposición de sacar adelante un edificio que se diseñó en su día, hace más de dos años, para ofrecer 24 destinadas a alojamiento y que funcionará también como centro de día para 21 usuarios. Se ubicará en una parcela de 3.450 metros cuadrados en Fontesanta cedida en su día por el Concello.

Para llegar aquí fue necesario tramitar una modificación urbanística, redactada por la arquitecta y exconselleira de Vivenda Teresa Táboas, que también tardó en concretarse y que tenía la finalidad de "permitir la construcción de una infraestructura adecuada para un uso de tipo residencial, dirigido a personas con discapacidad, por un periodo de tiempo indefinido y con la condición de que el destino otorgado a las parcelas cedidas sea la construcción de un centro dotacional dedicado a residencia permanente, con una capacidad inicial de 24 plazas en la modalidad de centro residencial y 21 como centro de día, dando servicios al colectivo de personas con discapacidad residentes en la ciudad de Pontevedra y en su zona de influencia".

Apuntaba también que la residencia "completaría el complejo actual de la Asociación Juan XXIII de equipamiento como centro educativo, centro de día y centro ocupacional, con talleres de jardinería, de automoción, de fregonas, de encuadernación y de artesanía. Además dispone de área de desarrollo personal y social con orientación psicológica, atención social, formación académica funcionar, rehabilitación (fisioterapia e hidroterapia), autogestión y asesoramiento familiar. Estas actividades se realizan a diario para el desarrollo integral de sus usuarios". La entidad dispone también de instalaciones en Cangas y atiende a unas doscientas personas, con sus dependencias al completo, por lo que hay lista de espera.

El edificio se levantará sobre una parcela que pasó en su día a manos del Concello por las cesiones del polígono de chalés de Fontesanta. En octubre de 2012, el ayuntamiento y la asociación Juan XXIII suscribieron el compromiso de colaboración que establecía que el Concello aportaba dos solares (de 1.950 y 1.450 metros cuadrados) para la puesta en marcha de ambos servicios; la residencia y el centro de día. Aquel acuerdo establecía un año para tramitar la modificación de la planificación urbanística para que los terrenos sean compatibles con los nuevos usos, un plazo que se prolongó mucho más de lo previsto ya que no entró en vigor hasta mayo de 2016.

También detallada que una vez que esa modificación estuviera aprobada, Juan XXIII se comprometía a que en tres años la obra estuviera ejecutada, un plazo que la asociación confía en cumplir toda vez que dispone hasta mayo de 2019 para ello.

La documentación califica este proyecto como "un importante equipamiento socio-asistencial de ámbito municipal, comarcal, provincial e incluso superior, estimándose en una población aproximada de unos 280.000 habitantes sobre los que se extendería".

La actividad formativa y productiva de la fundación está vinculada a los quioscos y jardinería, pero también realizan otro tipo de trabajos en equipo. En el futuro más inmediato, se quiere mejorar la formación ajustada a las necesidades especiales de los trabajadores con discapacidad intelectual e inserción en nuevos nichos laborales como servicios de empresas, actividades comerciales, limpieza o mantenimiento.