El uso ambulatorio de antibióticos en el área sanitaria de Pontevedra se mantiene por debajo de la media gallega, que, aún así, ha aumentado respecto al año anterior.
El último informe de la Consellería de Sanidade relativo al consumo de antibióticos en Galicia en 2015 asegura que en Pontevedra la dosis habitante día, DHD, es de 22,7. Este parámetro, que se define como la dosis diaria definida por 1.000 habitantes y día, fue ligeramente mayor en el conjunto de la comunidad autónoma, donde el Sergas lo cifró en 23,54.
Los datos de uso proceden exclusivamente de las recetas facturadas con cargo al Sistema Nacional de Salud, SNS, y fueron proporcionados por la Subdirección Xeral de Farmacia.
Asimismo, también se ha contabilizado el número de envases por cada mil habitantes al mes, un término conocido con las siglas EHM. En el caso del área sanitaria pontevedresa fue de 60, casi cuatro puntos más baja que en la media gallega, que se situó en 63,6.
Tal y como explica el Sergas, la franja de edad en la que más se dispensan antibióticos es la de los 75 años en adelante, seguida por la comprendida entre los 65 y los 74 años. El tercer lugar son los niños, de cero a cuatro años.
Además, por sexos, son las mujeres las que más antibióticos consumen. En 2015 se dispensó al menos un antibiótico al 33 por ciento de las mujeres y al 25 por ciento de los hombres con derecho a farmacia financiada por el Sistema Nacional de Salud. Esta diferencia se hace mayor entre los 15 y 64 años, de un 31% frente a un 20%. Sin embargo, entre los de 65 y 74 años solo hay cuatro puntos de diferencia, por lo que el 37 por ciento de las mujeres tomaron al menos un antibiótico frente a un 33 de hombres.
Tanto en el área sanitaria de Pontevedra como en el conjunto de Galicia, la dispensación de antibióticos muestra un ligero componente estacional, con valores menores durante los meses de verano y mayores durante los fríos, por lo que puede haber una variación del 17 por ciento. En este sentido, hombres y mujeres los usan por igual, pero sí hay diferencias teniendo en cuenta la edad, ya que la estacionalidad es más marcada en la gente joven.
El caso de Pontevedra no es único, ya que también las áreas sanitarias de Santiago, A Coruña, Lugo y Ferrol la dosis por habitante y día ha sido menor que la media gallega. No ocurre lo mismo con las de Ourense y Vigo, que superan en dos puntos la tasa gallega.
Teniendo en cuenta el número de envases por habitante al mes, vuelven a ser Vigo y Ourense las que alcanzan tasas más altas y por encima de la media de Galicia, mientras que la Estructura de Xestión Integrada de Ferrol se acerca mucho a ella.
La Consellería de Sanidade destaca que el uso de antibióticos aumentó entre un 3 y un 5 por ciento. En este sentido, subraya que desde que se inició la vigilancia de este consumo en 2007, el de 2015 ha sido el más elevado y se ha roto la tendencia anterior al descenso. "El aumento fue mayor en mujeres y a medida que aumenta la edad", concluye el Servizo Galego de Saúde.
El grupo de antibióticos más consumido en 2015 fue el de las penicilinas, que supusieron casi la sexta parte de la dosis por habitante. Por ello, la Consellería de Sanidade hace hincapié en que urge especialmente un uso ambulatorio más cuidadoso de combinaciones de penicilinas, fluoroquinolonas y cefalosporinas de tercera y cuarta generación.
Los antibióticos son sustancias químicas producidas por un ser vivo o fabricadas por síntesis, capaces de paralizar el desarrollo de ciertos microorganismos patógenos, por su acción bacteriostática, o de causar la muerte de ellos, por su acción bactericida.
Resistencia
El Sergas recuerda que el mal uso de antibióticos en la sociedad provoca una resistencia. "La posible solución apunta a la promoción del uso apropiado, que no es una tarea sencilla: son muchas y muy diferentes las personas, las instituciones y los intereses implicados". De ahí que uno de los objetivos sea disminuir su consumo, salvo en casos estrictamente necesarios.
Para aumentar la conciencia del problema, desde 2008 y promovido por el ECDC, anualmente se celebra el Día europeo de sensibilización sobre los antibióticos. Además, a partir de 2015, la OMS celebra la Semana Mundial de Sensibilización sobre los Antibióticos.
