El macroproyecto de mejora de toda la red de abastecimiento de agua a Pontevedra, Marín, Sanxenxo, Poio y Vilaboa ya está concluido después de tres años y medio de obras y 33 millones de inversión. De esos fondos, unos 19 proceden de ayudas de la Unión Europea, pero los 14 restantes son aportados, directa o indirectamente por los concellos, ya que la financiación asumida hasta ahora por la empresa pública Acuaes (unos 7,5 millones) debe ser devuelta durante los próximos 45 años, una devolución que se repercutirá en las tarifas del sistema.

Por tanto, la puesta en marcha de la nueva red implicará una subida en el recibo domiciliario, según admitieron hoy los alcaldes de Pontevedra y Marín, Miguel Fernández Lores y María Ramallo. No obstante, todavía no se han concretado ni cuantías ni calendarios al respecto.

Solo se ha establecido que en estos 45 años habrá que devolver esos 7,5 millones asumidos por Acuaes, más intereses y otras cantidades, es decir, unos 200.000 euros de media cada año por parte de los cinco municipios, si bien Pontevedra es el que se encarga de más del 40% de esa devolución, Marín cerca de un 20%, Sanxenxo un 17%, Poio otro 14% y el resto corresponde a Vilaboa. Estos dos últimos municipios, además, deben devolver en 25 años un préstamo solicitado en su día a Acuaes.

Este proyecto de abastecimiento comenzó a gestarse hace una década pero las obras no comenzaron hasta abril de 2013. Desde entonces se instalaron 47 kilómetros de canalizaciones, nuevas o mejoradas, se ampliaron las estaciones de bombeo y de tratamiento de agua y se construyeron siete depósitos de almacenamiento, con una capacidad total de 30.000 metros cúbicos, lo que "garantiza el suministro para las próximas décadas", según Lores y la responsable de Acuaes, Isabel Pérez Espinosa.

Acuaes y los gobiernos locales respectivos celebraron esta mañana la última comisión de seguimiento, en la que los concellos firmaron las actas de recepción de las últimas obras pendientes, en especial las de conexión con Pontevedra con Marín desde el nuevo depósito de Mourente. Hace más de dos años, por su parte, que está en servicio la conexión con Poio y Sanxenxo.

Este enlace, cuya puesta en servicio efectiva se considera "urgente", servirá para mejorar el abastecimiento a Montecelo, pensando sobre todo en la ampliación del hospital, dotar de agua a diversas parroquias y modernizar el suministro a Marín, de forma que se eviten episodios como los de este verano, cuando varias averías dejaron a parte de ese municipio sin servicio al carecerse de una conexión alternativa.