El Concello de Poio ha salido al paso para poner sobre la mesa lo que para el Gobierno Local es la realidad de lo que está pasando en la demora de la puesta en marcha de las actuaciones proyectadas por convenio desde el 2009 por Portos de Galicia en los puertos de Raxó y Covelo.

Desde el bipartito dicen no entender la "obcecación" de la entidad autonómica en no poner en marcha estos trabajos que consideran muy necesarios para su municipio y hablan de "chantaje" a la hora de no dar luz verde a los proyectos, supeditando esto a encontrar una ubicación para la nueva depuradora.

Para el alcalde poiense, el nacionalista Luciano Sobral, toda esta problemática se resume en la existencia de "un complot, una especie de Vendetta del Partido Popular de Poio y la Xunta de Galicia. El invento este de vincular la obra de los puertos de Covelo y de Raxó con la depuradora no es más que una trama estudiada. Los trabajos se pueden hacer perfectamente sin que tenga que estar encima de la mesa el tema de la depuradora". El regidor insiste en que "la disculpa no nos vale" y en que "están intentando boicotear las obras".

Desde el concello afirman que recientemente se ha intentado, sin suerte, forzar reuniones con el presidente de Portos, Jose Juan Durán, con el fin de desbloquear esta situación y poder llevar a cabo estas actuaciones que para el bipartito resultan fundamentales tanto para mejorar la antigua red de saneamientos en estas zonas como en materia de seguridad vial para vecinos y turistas que hasta allí se acercan. El Concello insiste incluso en que se le ha trasladado la posibilidad a la Xunta de pagar con fondos municipales las modificaciones puntuales que se tengan que realizar al proyecto ya existente como puede ser la de añadir una tubería o de dimensionar otra para el nuevo colector.

En próximos días el concello espera poder concertar una reunión con todos los colectivos locales implicados para explicarles de primera mano su postura y que juntos puedan presionar para que las actuaciones firmadas en el convenio de hace ocho años puedan ser licitadas de una vez por todas.