Un año más, y ya son nueve, el Local de Música vuelve a abrir sus puertas para acoger hasta un máximo de 50 grupos pontevedreses, que tendrán la oportunidad de usar las instalaciones municipales para explotar su creatividad musical y desarrollar todo su talento en busca de diversión o incluso un futuro profesional.

A partir de hoy, todas las agrupaciones interesadas podrán solicitar una de las 50 plazas que los cuadrantes de horarios ofrecen para ensayar durante dos horas a la semana. Lo podrán hacer a través de un número de canales que cada vez aumenta más para dar facilidades, "Pueden acudir presencialmente al local, mandar un mail, escribir por Facebook. Todo vale. Estos días confirmaremos la presencia de los grupos que ya estaban el año pasado y tienen prioridad", explica Diego Parajó, responsable del Local dentro del servicio ofrecido por la Concejalía de Xuventude.

"Estos años han sido una constante. El nivel de ocupación es siempre muy alto, de entre el 90 y el 100%", señala Parajó. El pico más alto está entre octubre y diciembre, cuando el grado de ocupación decae por las fiestas y los exámenes. "No hay que olvidar que muchos estudiantes", explica el responsable, que califica el Local de Música como un verdadero "hervidero" en el que el dinamismo es el motor impulsor. Solo así se puede explicar el éxito de unas instalaciones por las que desde 2008 han pasado más de 300 grupos diferentes. "Tenemos que verlo con la perspectiva de un centro socio-cultural. Al final buscamos eso, pero enfocado al ámbito musical", explica Diego Parajó.

A nivel de cifras, por tanto, cada año pasan por el Local de Ensaio unas 200 ó 300 personas que además, posteriormente, pueden tener proyección hacia un público que alcanza las unidades de millar gracias al nexo de unión de este servicio con eventos como los 15 Bolos o las Fiestas de A Peregrina, donde se ofrecen oportunidades a estos grupos a través de un proceso de selección.

El encargado del espacio explica que la clave de todo es "la evolución constante". El servicio no es estanco y apuesta por "escuchar, establecer debate y diálogo para seguir creciendo y adaptarse a las necesidades de los grupos".

De este modo, las tres salas del local anexo a las dependencias de Renfe cuentan con el equipamiento preciso a nivel de material técnico y aislamiento acústico para que los grupos puedan cubrir todas sus necesidades. "Obviamente, cuando ya alcanzan un nivel más profesional, demandan más cosas, pero siguen volviendo al Local para acciones puntuales, como probar un ritmo o hacer un casting", analiza Parajó.