La sequía de agua que afectó la semana pasada a varias localidades de la zona obligó al Concello de Portas a usar unos 50 camiones cisterna procedentes de Vilagarcía de Arousa.

El ejecutivo municipal tuvo que solicitar agua al municipio vecino desde el martes 16 de agosto hasta el domingo 20 para cubrir las necesidades de los vecinos. A día de hoy, Portas todavía está esperando el importe de la factura por los servicios prestados por parte de Vilagarcía, que quedó en remitirle el precio estos días.

La falta de lluvias produjo una bajada del caudal del río Umia, desde donde Portas bombea agua para su depuradora, a partir de la que abastece a la población. Esta bajada condujo a que las bombas se llenasen de aire, lo que obligó a los técnicos a hacer una intervención.

Lo que debió haber sido un problema subsanable en unas horas a través de una prolongación de las citadas bombas se acabó convirtiendo en un trabajo de varios días, ya que la presencia de varias piedras grandes en el fondo impedía la actuación.

Por tanto, los trabajadores tuvieron que procesar un trabajo más largo, que duró hasta el mediodía del lunes, cuando se logró retirar definitivamente las piedras y prolongar las bombas dos metros hacia abajo.

Actualmente, desde el Concello informan que los problemas están solucionados a menos que el caudal vuelva a bajar otro metro. "Sería muy raro, pero todo se podría dar si sigue sin llover. Tenemos que empezar a mentalizarnos que hay que ahorrar agua", destaca el alcalde, Víctor Estévez.