La ocupación hotelera sigue batiendo récords en un año que parece confirmar el despegue definitivo del sector. Los responsables hoteleros calificaban de "históricos" los datos del año pasado, registros que se volverán a superar este agosto en Pontevedra con una ocupación que, según adelanta la presidenta de estos empresarios en la ciudad, aun a falta de cerrar el mes y hacer oficiales las cifras, podría superar el 90%. Son entre dos y tres puntos más que en 2016. Sanxenxo presentará cifras similares a las del agosto pasado.
"El mes ha sido realmente muy bueno, ha superado nuestras expectativas y también parece que superará los registros del año pasado. Si los días que quedan siguen así, que esperemos lo hagan, nos quedará un mes redondo" afirmó ayer Paula Lourido, portavoz de la asociación de hosteleros en Pontevedra.
El mes de agosto es tradicionalmente una fecha clave para el sector que observa como, fundamentalmente en su primera quincena, se disparan los visitantes que solicitan alojamiento. En esta ocasión, sin embargo, esta tendencia parece haberse extendido con la misma fuerza a la segunda quincena.
"Los diez días que llevamos de la segunda quincena de agosto están resultando muy positivos. A falta de reunir los datos de estos últimos días, no parece que vaya a haber una gran diferencia con respecto a la primera, algo que sí solía ocurrir", explicó Lourido.
La valoración es igualmente positiva en Sanxenxo, donde, aunque todavía no se atreven a confirmar un alza en la ocupación, los empresarios aseguran que, al menos, van camino de repetir los datos del año pasado. Entonces, los hoteles estuvieron llenos hasta casi el 88% de su capacidad. Repetir esta cifra es para Francisco González, presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS), un "éxito".
"Creo que las cosas se están haciendo bien turísticamente hablando. Mantenemos un crecimiento sostenible, controlado. Las cosas van bien, sin ninguna duda", subrayó González.
La tendencia positiva para el sector ya se evidenció en 2016, superando expectativas de empresarios y Diputación provincial para el conjunto de las Rías Baixas. La ocupación de julio de este año, volviendo a mejorar con respecto al anterior, hizo incluso que el gobierno provincial alertara de la necesidad de estar preparados para mantener una oferta de calidad y evitar caer en la masificación turística. González no solo cree en que se debe seguir haciendo así, sino que apunta a afinar una estrategia que diferencie nuestras costas de lo que ofrecen otros lugares del estado.
"Tenemos que ir en la línea de promocionar un turismo diferente, especializado, donde la naturaleza, la gastronomía y el patrimonio tengan mucho que ver. España es un país especializado en sol y playa, pero yo creo que Galicia se tiene que alejar un poco en esta promoción, porque ahí ya tenemos una muy buena ocupación", apuntó el responsable del CETS.
El objetivo de esta estrategia sería atraer a un turista de entre 35 y 40 años, de perfil más "cosmopolita", abierto a nuestra cultura y que esté dispuesto a vivir cuatro días diferentes". "En eso tenemos mucho que ofrecer", aseguró.
La rentabilidad por habitación también ha mejorado en este mes, gracias a que el aluvión de turistas ha permitido una subida de los precios. Es "algo que no podíamos hacer en los últimos años. En plena crisis, la gente llegaba casi regateando. Ahora han crecido un poco, aunque no todos hayan arriesgado a subirlos; pero la gente ve que los hoteles están bien y que merece la pena pagar un extra por estar aquí en agosto, en plenas fiestas", aclaró Lourido sobre una de las preocupaciones históricas del sector.
