La falta de lluvias, que ha convertido el de 2017 en uno de los veranos más secos de los últimos años, ha tenido ya sus primeras consecuencias en diferentes municipios de la comarca, que comienzan a tener problemas con el suministro de agua. La colaboración está caracterizando la reacción de los concellos, entre Pontevedra, Barro y Marín por un lado y entre Caldas y Portas por el otro, por el momento, aunque más municipios y parroquias se podrían sumar a la petición de ayuda. Los alcaldes llaman a la población a un consumo responsable, ya que estos meses, especialmente el de agosto, registran picos en el gasto de agua, entre otras cuestiones, por el impacto del turismo.

El Concello de Barro ha solicitado la colaboración del de Pontevedra para poder aumentar sus reservas de agua. Así lo informaron ayer ambas instituciones, que aseguraron que se trata de una cuestión puntual y preventiva.

El municipio capitalino suministrará a Barro 100 metros cúbicos al día hasta que este ponga fin a sus problemas de suministro, que le han obligado a efectuar cortes entre la 1 y las 7 de la madrugada.

"Nos pidieron ayuda y por supuesto que vamos a colaborar", aseguró el concelleiro de Obras, Demetrio Gómez, que destacó que esta cantidad de agua es perfectamente asumible para Pontevedra, que suministra agua a los concellos de la ría.

Estos 100 metros cúbicos serán aportados al depósito de reserva de Barro, que tiene una capacidad de 1.600 metros cúbicos, lo que permitirá "seguir prestando el servicio con garantías". Para ello, este Concello enviará a Pontevedra una cisterna contratada a una empresa con transporte homologado que realizará varios viajes hasta el punto de captación, en la Avenida de Vigo. Este proceso solo tendrá para Barro el coste del alquiler del vehículo, ya que Pontevedra no le cobrará el agua por tratarse de una colaboración y un bajo volumen.

Barro dispone de un servicio de abastecimiento para uso doméstico que proviene de cuatro manantiales pequeños. Desde el gobierno local se recuerda que pese a que todos los veranos disminuye su caudal, realizando un consumo adecuado se puede mantener el servicio a todos los vecinos. "El problema es que estos manantiales van más bajos de lo normal, a lo que hay que sumar el uso indebido que hizo que la reserva bajara mucho", destaca el alcalde de Barro, Xosé Manuel Abraldes, que añade que se está llevando a cabo un control absoluto.

"Ahora mismo está entrando en los manantiales la misma agua que se consume por día, pero eso no permite mejorar la reserva. De ahí que queramos mejorar un poco para mantener cierta tranquilidad", explica.

La ayuda de 100 metros cúbicos es la que consume este municipio en un día, por lo que se esperará una semana para ver cómo evoluciona la situación.

Se trata de la primera vez que el Concello de Barro hace una petición de este tipo a Pontevedra, tal y como confirmaron ambos gobiernos locales. Y ha sido consecuencia, en gran parte, por el aumento de población en el municipio con motivo del verano. "Aumenta la población, porque hay más personas naturales de aquí que vienen de vacaciones, turistas... Y con este calor la gente utiliza mucho más la ducha estos días. Las altas temperaturas están aumentando el consumo doméstico habitual", según Abraldes que destaca, asimismo, "el uso indebido", "que vamos a intentar que no vuelva a suceder, ya que esta situación se deriva todos los años de ello", se lamenta.

Los usuarios del suministro público en Barro, unos 400 vecinos de San Antoniño y Outeiro, no tienen contadores de agua, de ahí que sea tan difícil controlar el consumo. De hecho, este servicio se comenzó a cobrar en el año 2012, cuando se creó una ordenanza.

Marín y Portas

Otro ejemplo de colaboración es el que se ha producido entre Caldas y Portas. La villa termal ayudó con 1.500 metros cúbicos al municipio vecino durante una semana para poder afrontar los días de sequía, que estaban afectando al suministro.

Para garantizar la calidad del agua, el Concello de Caldas está procediendo a la realización de tres análisis a la semana. Esto supone una frecuencia mucho mayor que el resto del año, cuando se realizan con una periodicidad de una al mes.

Otro municipio que tuvo problemas estos días fue el de Marín, que procedió a la utilización de camiones cisterna en una toma en la Plaza de España, que está conectada a la red de Pontevedra, para abastecer el despósito de Cadrelo y evitar los cortes. El depósito se alimenta de manantiales y de los aportes de la Escuela Naval, pero las altas temperaturas del pasado fin de semana dejaron en evidencia la insuficiencia de estas fuentes debido al mayor consumo de la población.