El Pazo Mugartegui acogió ayer una nueva edición de la Cata Gallaecia, en la que se juntaron 25 catadores y un total de 225 muestras, un récord con respecto a ediciones pasadas. Se presentaron vinos de la añada 2016 y de años anteriores, tintos, espumosos y elaboraciones especiales, participando técnicos de los consejos reguladores, enólogos, sumilleres y críticos encargados de diferenciar la calidad.

Aurelio Vázquez, vicepresidente de Gallaecia, asegura que en esta cata encontraron "unos vinos con un perfil atlántico muy marcado, con acidez alta, con buenas bocas y sin defectos". Los resultados se conocerán el 2 de septiembre, y se realizará una gala en la que se entregarán las distinciones Gallaecia a aquellos vinos con puntuación más alta.